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Gorbachov acepta bajo ciertas condiciones la eliminación total de sus misiles en Asia

Pilar Bonet

El líder soviético Mijail Gorbachov, ha aprovechado la visita del dirigente vietnamita Nguyen van Linh para anunciar que la URSS estaría dispuesta a retirar todos sus cohetes de alcance medio del continente asiático si Estados Unidos acepta eliminar sus armas nucleares de Japón, Corea del Sur y Filipinas

Con sus condiciones para la desnuclearización asiática, expuestas en una cena de gala en honor de Van Linh, Gorbachov ha salido al paso de los ministros de Defensa de la OTAN, quienes la semana pasada pidieron, al término de su reunión en Stavanger (Noruega), que la URSS retirará todos los SS-20 soviéticos de Asia y Europa como parte de un acuerdo sobre los misiles de alcance medio (con un alcance de 1.000 a 5.000 kilómetros). Los ministros insistían así en una opción cero global.Según Gorbachov, la URSS ha declarado a menudo su disposición a resolver el problema de los misiles de alcance medio "sobre una base global". "No habría obstáculo para tal arreglo", señalo el dirigente, "si EE UU aceptara eliminar sus armas nucleares en Japón, Corea del Sur y Filipinas y también retirar su flotilla de portaaviones más allá de una línea establecida y, al hacer ésto, naturalmente EE UU no tendría misiles de alcance medio de su territorio".

El acuerdo sobre misiles de alcance medio alcanzado en Reikiavik, en octubre de 1986, contemplaba una total eliminación de los euromisiles (SS-20 soviéticos y Pershing y Cruise norteamericanos) y el mantenimiento de 100 cabezas por banda en la parte asiática de la URSS y en Estados Unidos. Dado que cada SS-20 es portador de tres cabezas nucleares, la opción cero planteada en Reikiavik dejaba reducido a 33 el número de lanzadores.

Cuando los ministros de Defensa de la OTAN dieron a conocer su posición favorable a la eliminación de todos los misiles de alcance medio (asiáticos y europeos), la agencia Tass consideró inaceptable este enfoque por apartarse de los acuerdos logrados por el presidente Reagan y el líder soviético Gorbachov en Reikiavik. Tass afirmaba entonces que la declaración de los ministros iba a compañada de numerosas reservas y condiciones suplementarias y sentenciaba que en ella no se daba respuesta constructiva" a las propuestas soviéticas para limpiar a Europa de armas nucleares.

En su discurso de ayer, Gorbachov se refirió la presencia de los SS-20 soviéticos como la respuesta a una acción previa norteamericana. Señaló el dirigente que el acuerdo de mantener 100 cabezas por parte es "un cierto compromiso". "La Administración norteamericana intenta dejar en Asia las armas nucleares instaladas allí contra la Unión Soviética y esto nos hace buscar una respuesta para mantener allí un equilibrio de fuerzas", añadió Gorbachov.

En repetidas ocasiones, representantes de países de la OTAN han insistido en que la total desaparición de los SS-20 del territorio soviético supone mayores posibilidades de verificacion que una eliminación parcial y, resulta, por tanto, más estabilizadora.

La permanencia de 100 cabezas en territorio asiático de la URSS forma parte del borrador presentado por Estados Unidos en las conversaciones de Ginebra para llegar a un acuerdo sobre los euromisiles Washington ha indicado, sin embargo, que estaba dispuesto a cambiar su posición teniendo en cuenta la postura común lograda por los ministros de Defensa de la Alianza occidental.

Mijail Gorbachov, por otra parte, criticó ayer la intención de algunos países asiáticos de "fabricar armas nucleares" y señaló que "la ambición de unirse al club nuclear, mientras están en marcha intensivas conversaciones para eliminar tales armas, es una clara manifestación de pensamiento político obsoleto".

El líder se pronunció en favor de las zonas desnuclearizadas en Asia y por la creación de un sistema de seguridad en aquel continente subordinado a un sistema de seguridad global. El dirigente recordó el programa de eliminación de todas las armas nucleares para el año 2000 que fue presentado el 15 de enero de 1986.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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