Alfonso Guerra niega en Buenos Aires que el Gobierno esté contra la liberalización de la televisión

El vicepresidente del Gobierno español, Alfonso Guerra, negó ayer ante la asamblea del Instituto Internacional de Prensa (IPI) que "unas cautelas" en cuanto a la proporción de la partícipación , de empresas informativas en las futuras cadenas de televisión signifique que su Gobierno está en contra de la liberalización de este medio informativo.

Guerra, quien presentó ante los miembros de los principales medios informativos occidentales un resumen del proceso democrático español y sus relaciones con Latinoamérica, fue presentado por Jesús de Polanco, presidente de PRISA, sociedad editora de EL PAÍS.Jesús de Polanco comparó la privatización -que alabó- de los periódicos estatales durante la primera legislatura socialista con la "discriminación" que sufren las empresas informativas en el proyecto de ley presentado por el Gobierno sobre la creación de tres cadenas de televisión privada. En ese proyecto se limita al 15% la participación de personas y empresas relacionadas con los medios informativos existentes, frente al 25% para las demás. "No parece un defecto sin solución, y estamos seguros de que se podrá resolver", agregó Polanco.

Por otra parte, el IPI ha reelegido unánimemente por un segundo mandato de un año a su presidente, Juan Luis Cebrián. Este segundo mandato, tradicional en la presidencia del Instituto, no es renovable. La junta directiva, además, ha admitido a un nuevo miembro, Richard Steyn, director del Natal Witness de Pietermaritzburg, que es uno de los periodistas más respetados e independientes de Suráfrica.

Acosos

Este nombramiento adquiere particular significado en un momento en que el IPI considera, según su director, Peter Galliner, que Suráfrica y Chile son los dos países del área occidental en que más grave es la situación de los periodistas acosados por sus respectivos Gobiernos.

En la primera sesión de trabajo, sobre Informar desde América Latina, se pasó en revista el trabajo de los corresponsales extranjeros -europeos y norteamericanos, fundamentalmente- encargados de cubrir este continente.

Los tres panelistas -Walter Haubrich, de Frankfurter Allgemeine Zeitung, Laura López, de la revista Time y José Luis Rodríguez Couceiro, de la agencia Efe- se mostraron de acuerdo en varios aspectos, entre ellos el favoritismo de las fuentes oficiales latinoamericanas hacia los corresponsales estadounidenses y en detrimento de los europeos. Esto es muy acusado en el caso de Nicaragua. Walter Haubrich, que presentó un estudio sobre los contenidos latinoamericanos en la prensa europea, apuntó: "Hay que matizar las tradicionales quejas de que en Europa se escribe poco sobre América Latina. Por una parte, también es cierto el sentido opuesto. Por otra, los grandes diarios europeos, sobre todo en España y, curiosamente, en Holanda, han mejorado claramente en los diez últimos años su cobertura de este continente".

Presencia en EE UU

Laura López se mostraba menos positiva sobre la presencia de América Latina en los medios informativos norteamericanos: "No hay continuidad, se pasa de las docenas de equipos de televisión al olvido. Todo depende de lo que interese en los medios oficiales de Estados Unidos. Si Washington se fija en un país latinoamericano, los medios informativos también se fijan. Si no, los ignoramos".

López denunció los controles sobre los periodistas nacionales y extranjeros en varios países latinoamericanos, democráticos o no. Criticó especialmente la colegiación obligatoria en Costa Rica, que considera un obstáculo desmesurado para los profesionales.