La memoria agradecida

LA GRATITUD que la historia española debe a la memoria de Gregorio Marañón, cuyo centenario se cumple el próximo 19 de mayo, no es sólo la que se ha de tributar a un hombre que puso su afán al servicio de .los demás como médico, como humanista y como maestro. Es, sobre todo, el testimonio que merece una generación de ciudadanos españoles cuya vida creativa fue gravemente dañada por una contienda civil a la que ellos se opusieron con la inteligencia y con la razón. Esa generación mostró un comportamiento civil que ha quedado como ejemplo de la tolerancia llevada al extremo que exige la necesidad de la convivencia. El Rey de España destacó esta actitud al hablar ayer de "la herencia moral, el magisterio Científico y el ejemplo cívico" de la vida y la obra de Marañón en el acto con el que se abrió en Madrid la conmemoración del centenario del gran humanista. Como dijo el Monarca en su discurso, entre nuestras virtudes como pueblo no está la virtud de la memoria agradecida, que se hace más precisa, para aprender la lección de un hombre como Marañón, comprometido con la sociedad de su tiempo en la tarea a veces imposible de hacer que la libertad sea una forma de vida y no una utopía constantemente arrasada.