_
_
_
_

Los Reyes presiden la apertura del centenario de Marañón

La herencia moral del escritor, su magisterio y su ejemplo son una energía que no se puede desaprovechar, dijo don Juan Carlos

"La herencia moral, el magisterio científico y el ejemplo cívico de la vida y la obra de don Gregorio Marañón constituyen una energía histórica que los españoles de hoy no podemos desaprovechar", dijo el rey don Juan Carlos en el acto con el que comenzaron los actos del centenario de Gúegorío Marañón, ayer en la Academia.El Rey hablaba ante una audiencia que abarrotaba el aula magna dela sede de la Academia. A la derecha de la tribuna principal, situada bajo los retratos de Felipe V y de Cervantes, se sentaban los académicos, y a la izquierda, altos cargos de los ministerios de Educación y de Cultura, así como familiares,de Gregorio Marañón. En particular, su hijo Gregorio Marañón Moya, y su -señora, a quienes el Rey, según recordó éste en su discurso, ha- concedido el marquesado de Marañón, con grandeza de España.

Más información
Helicópteros en el cigarral.

A primera hora de la mañana, don Juan Carlos, que participaba en el evento fotográfico Un día en la vida de España, tomó fotografías del traslado de una -escultura de Chillida. sobre Marañón, mientras era llevada en helicóptero a la flinca de Marañón en Toledo; don Juan Carlos iba en otro helicóptero.En su discurso en la Academia el Rey consideró que los trabajos encomendados a la comisión organizadora de este primer centenario son de suma trascendencia, e invitó "a todos los españoles y especialmente a los jóvenes para que se aproximen, en la medida de lo posible, a través del recuerdo activo, al mensaje, de los españoles eminentes, generososos y creadores, de los que el ilustre médico y escritor es ejemplo"."Entre nuestras virtudes como pueblo no figura la de la memoria agradecida", reconoció. "Sin embargo, lo que somos y lo que podemos hacer en el mundo de hoy [ ... ] tiene antecedentes y se alimenta de la labor de generaciones anteriores".

Libertad y amor

Marañón es, dijo don Juan Carlos, "un español de actualísimos perfiles", que "supo compaginar su alta magistratura en la medicina con una visión y sentimiento humanista de la vida y de Espafía. Él transmitió a sus contemporáneos unas claves del comportamiento: la creatividad, la dedicación y el amor al prójimo, que siguen siendo resortes sin los cuales no sería posible ni el progreso ni la moral que exige la convivencia civilizada".Lo excepcional no quiere decir distante, explicó. "Marañón vivió comprometido con los mismos valores que son necesarios en todo tiempo: la libertad, el sentido trascendente de la vida, el amor a la patria propia y la vocación intelectual como servicio".

"Por ese y a ese Marañón inmortal, humanista, español que aporta a la humanidad el sentido de su obra concebida y hecha con la inteligencia y el corazón", dijo el rey, "deseo que los trabajos que conmemoren su primer centenario tengan la máxima colaboración de las instituciones del Estado y, en primerísimo lugar, de la universidad"."Lo que deseo fundamentalmente es que. todos acertemos a renovar para el pueblo español,en estos momentos, la presencia creadora y fecunda del doctor Marañón, cuya memoria honramos, y la importancia de su obra,llena de lucidez, de la que los españoles debemos sentirnos orgullosos", concluyó el Rey.

Pedro Laín Entralgo, director de la Real Academia Española y catedrático de Historia de la Medicina, hizo un pormenorizado retrato de la figura de Marañón y de su significado.

"El 28 de marzo de 1960, una incontable multitud silenciosa acompañaba al cadáver de Gregorio Marañón", evocó Laín Entralgo: "Físicamente presente o moralmente representada, España entera estaba allí". Y añadió más adelante: "Una gran realidad moría con Marañón un médico eminente, un preclaro hombre de ciencia, un espléndido escritor, un historiador insigne, un claro pensador sobre la vida humana, un exquisito artista de sí mismo, un señorial dispensador de amistades, un amante apasionado de la vida y la perfección de España. Mas también moría con él una posibilidad, la de su ínteligente-, generoso y autorizado esfuerzo futuro en pro de una España en verdad decorosa y eficaz".

Explicó Laín que para que sea completa la mención de las múltiples actividades de Marañón, en todas las cuales alcanzó excelencia, "lo primero que debe hacerse es añadir a cada uno de sus términos el adjetivo español. Mé dico español, historiador español, escritor español, pensador español".

Y no porque lo que hizo sólo tuviese valor para los españoles, sino porque así se presentó a sí mismo. Y citó las palabras de Marañón con ocasión de un viaje a Montevideo en 1937: "Mi vida entera es amor a España, servicio a España, sacrificio por España; mi vida, que no sólo son aciertos, sino también profundoserrores, pero amasa dos siempre con el- mismo fermento del fervor nacional... Y mi vida no es simple apego al terruño, sino emoción radical y sentido de responsabilidad". Laín desarrolló la tesis de que "la armonía y fecunda integración", evidentes, de Marañón , tuvieron como agente "su profunda vocación de español".

Médico

Las esquelas que informaron de la muerte de Marañón decían así" recordó Laín: "Gregorio Marañón y Posadillo, médico". "No es dificil adivinar una expresa voluntad pósiuma bajo tan elegante sobriedad", dijo el director de la Española: "Quien además de médico era tantas de las cosas que la vanidad española exhibe a la hora de la suprema soledad, sólo como médjco quiso en ella ser visto".Sobre el Marañón escritor, Laín estableció que "brilló con luz propia por la sobria, luminosa y fluyente transparencia con que su prosa deja ver el pensamiento que en ella late, y por tanto la realidad visible o imaginada de que este pensamiento es mental trasunto. Transparencia y claridad, reiteradamente se ha dicho,en las que tiene buena parte la condición de médico y hombre de ciencia de su autor". Y citó a Marañón, que expuso el deseo de que su prosa fuese "como la luz de la penumbra, que no hiere ni fascina, y es la que verdaderamente alumbra".

Sin embargo, Marañón no hizo sólo una prosa "diáfana y elegante" sino que, también en esta faceta, "la españolía, el costado estilístico de la españolía [fue un] eficaz agente de la integración del escritor Marañón en el hombre Marañón". Otro tanto, afirmó Laín; ocurrió con el Marañón historiador, y en su visión de la historia, en la que influyó su condición de médico.

Tras la muerte de Jovellanos, explicó Laín, España se divide, y desde entonces se han producido tres guerras civiles. Entre los intentos de integración de España, dijo destaca el de la generación de Marañón, que intentó desarrollar esa integración por cuatro motivos: el conocimiento de España, el amor a ella, la conducta y la crítica que hacía parte esencial de la estructura del amor: "No he entendido nunca ningún amor, ni siquera el de la patria, como una abdicación, no del derecho, sino del deber'de juzgar", citó a Marañón.

El ministro de Cultura, Javier Solana, mencionó la presencia del magisterio y la vigencia de la obra de Marañón, centrada en "ese género tan español como es elensayo".

Solana definió a Marañón como "un universitario", que trascendió la actividad'científica. Con el don de la palabra, llegó a públicos amplios sin perder el rigor. La lección de Marañón, según dijo, fue el ejemplo de respeto a las ideas del otro, y la gran capacidad para el diálogo.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_