Una joven de carácter seco
Concepción Escudero, nacida en Galicia, habita en una casa alquilada a las afueras de Órgiva, adonde se desplaza desde el juzgado en un Renault 4 de color amarillo y con matrícula de Pontevedra. En Órgiva, uno de los principales pueblos de la Alpujarra, con poco más de 5.000 habitantes, la juez es poco conocida. Se afirma que comparte la casa con una joven y que apenas se le ve en la calle.La juez de Órgiva, que ha conseguido una fama fulgurante en sólo tres días, es una mujer de 27 años, alta, delgada y con el pelo rizado. Ayer, en el juzgado, vestía un jersey de punto y pantalones vaqueros. Ella es el principal misterio del polémico caso de la detención y encarcelamiento del abogado Darío Fernández. Algunos abogados afirman que la juez es de talante liberal, y los pocos datos que se han podido recoger sobre ella revelan, además, a una mujer de carácter seco.
En Órgiva la gente comenta que retiró el crucifijo que presidía la sala cuando tomó posesión como titular del juzgado de primera instancia de este pueblo alpujarreño.
La noticia del encarcelamiento del famoso abogado se conoció en Órgiva al aparecer por televisión. Los vecinos, sorprendidos porque se citara al pueblo en los informativos, ignoraban lo sucedido e incluso muchos se preguntaban sobre quién sería esa señora.
Los que la conocen por haber acudido al juzgado alguna vez se dividen en si su carácter es amable o, por el contrario, seco. Una vecina recordaba ayer una seria advertencia que le hizo para que retirara su vehículo, que tenía aparcado frente al juzgado. Hace unos 15 días que se incorporó a su trabajo, después de recuperarse de un accidente. Su actitud al determinar la prisión incondicional de Darío Fernández ha dejado perplejos a quienes la conocían.
