Inquietud del mundo empresarial japonés ante las sanciones comerciales impuestas a sus productos por Estados Unidos

El mundo empresarial japonés no oculta su inquietud por las medidas de la Administración estadounidense, que suponen un incremento del ciento por ciento del arancel para ordenadores, televisores en color y otros productos, por un valor de 300 millones de dólares, cantidad en la que Washington cifra las pérdidas ocasionadas por la práctica de dumping en la exportación japonesa a EE UU en el sector de semiconductores."Las sanciones adoptadas por Estados Unidos no resolverán los problemas derivados de la disputa en el mercado de semiconducores", afli-inó Shoichi Saba, presidente Cle la Asociación de Industrias Electrónicas de Japón. Añadió que Washington debería tener en cuenta que Japón adoptó importantes medidas correctivas en relación con otros países, a fin de no perjudicar la situación en el mercado norteamericano.

Shoichí Saba corisideró igualmente que las medidas adoptadas contra Japón "pueden perju dicar" a su vez "a la industria electrónica estadounidense, dependiente de componentes electrónicos japoneses, para la elaboración de sus propios productos".

Para la mayoría de las multinacionales japonesas, el principal problema de fondo de la guerra comercial entre Estados Unidos y Japón radica en la eventual incidencia en la imagen de los productos made in Japan que puedan percibir los compradores estadounidenses, así como las medidas que pueda tomar la Comunidad Europea, temerosa de un desvío comercial de Japón hacia Europa.

Además de las televisiones en color, ordenadores, taladradoras y otros productos -cuya subida del ciento por ciento de arancel los convierte, prácticamente, en "inaccesibles", según fuentes comerciales japonesas-, los empresarios temen que pueda generarse una corriente de opinión antíproducto japonés.

Japón intentará por todos los medios que Estados Unidos retire cuanto antes las actuales me didas de incremento de aranceles. Sin embargo, los círculos empresariales parecen dudar de que, una vez dado el paso, sea posible una rápida recuperación de un mercado, cada vez más penalizado, para las empresas niponas, por la revalorización del yen, en relación con el dólar.

Así pues, las últimas estadísticas de exportación de dos de las principales firmas automovilísticas japoneses, Toyota y Nissan, presentaron un declive del 5,5% y del 8,1%, respectivamente, para las exportaciones del pasado año fiscal japonés, que concluyó el pasado 31 de marzo.

Caída bursátil

En las cotizaciones bursátiles, la mayoría de empresas japonesas orientadas a los productos de exportaciones ven caer, o moderar, las cotizaciones de sus acciones, mientras que las dedicadas a temas de demanda interna, como inmobiliarias, construcción y siderurgia, experimentan subidas ante las perspectivas de que el Gobierno adopte el prometido programa de activación de la economía interna -con preferencia para el sector de la construcción, pública y privada- a fin de calmar las críticas de norteamericanos y europeos por el excesivo superávit comercial japonés, superior a los 87.000 millones de dólares.Mientras Tokio y Washington viven bajo un tenso clima de relaciones comerciales, con la salida ayer hacia Estados Unidos de Shintaro Abre, eÑ ministro de Asuntos Exteriores, y los preparativos para el viaje a finales de este mes del primer ministro Yasuhiro Nakasone, otros países del área asiática hacen gestos comerciales para evitar ser los nuevos objetivos de medidas proteccionistas norteamericanas.

Corea del Sur, con una proyección de crecimiento del PIB del orden del 10o//. para este año, anunció el pasado fin de semana medidas para el estímulo de las importaciones, principalmente las de origen estadounidense. Taiwan, por su parte, ordenó una reducción del 50% de los aranceles a la importación.