Thyssen podría empezar a enviar eventualmente cuadros a Barcelona

Si no se desbloquea la situación con el Gobierno del cantón suizo-italiano del Ticino, el barón Thyssen podría empezar a enviar sus cuadros, eventualmente, de forma sistemática a Barcelona, según ha declarado el aristócrata a la Prensa local. Ayer en Villa Favorita rehusaron precisar cualquier detalle al respecto. En Barcelona, con sede en el monasterio de Pedralbes, está la fundación Thyssen-Bornemisza, que, como puntualizó el barón a este periódico, no tiene las obras en propiedad, como las tendría la nueva fundación a crear, sino en calidad de préstamo.Esta amenaza de enviar obras a Barcelona coincide con la primera reunión negociadora mantenida ayer por los abogados de Thyssen con representantes del Gobierno cantonal. Thyssen ha pedido abiertamente (véase EL PAÍS de ayer) la colaboración financiera al Gobierno suizo para construir la nueva pinacoteca en Villa Favorita, cuyo presupuesto es de cerca de 3.000 millones de pesetas. La reserva del Gobierno cantonal a este respecto es absoluta. "Se trata de la primera reunión de una serie de contactos preliminares", dijo ayer a este periódico un portavoz oficial de la cancillería del Gobierno, que añadió: "En tanto no haya resultados de estas conversaciones, no podemos informar. No son reuniones públicas". El director general de Finanzas, Claudio Generali, que interviene directamente en estas negociaciones, se limitó a repetir su mensaje del día anterior: "Tenemos el máximo interés en este asunto".

La incertidumbre del futuro de la colección Thysen-Bornemisza se ha manifestado sólo unos días después de que la conservadora de la colección, Susanne Tesing, y la más directa colaboradora de Thyssen, Gertrud Borghero, hayan abandonado sus puestos después de 17 años de relación laboral. Un escuesto comunicado expedido por Villa Favorita informó entonces a la Prensa del despido de la primera y de la dimisión de. la segunda. El barón y su esposa, Carmen Cervera, son ahora los conservadores de la colección. "Estamos obligadas a no decir nada porque la situación es delicada y peligrosa para nosotras", dijo ayer Gertrude Borghero. "Hemos firmado un trato con el barón por el que renunciamos a hacer declaraciones y, además, Susanne Tesing ha puesto su caso en manos de un'abogado. Pero quisiera desmentir las declaraciones que Thyssen hizo a la televisión de aquí el domingo. Dijo que el Ministerio de Cultura español se había quejado del trato que la dirección de Villa Favorita le había dado y yo le aseguro que no hemos hecho nunca nada contra el ministerio español".