De bien 'p'arriba'

En la última sesión de esta cumbre, todos los actuantes estuvieron, como dicen los andaluces, de bien p'arriba.La idea de poner juntos a cinco jóvenes guitarristas funcionó de maravilla. Y el público se quedó con la miel en los labios lamentando que la experiencia hubiera sido tan breve: sólo dos toques, por tangos y por bulerías, en que, sobre unos ritmos básicos, cada guitarrista fue haciendo sus toques propios, al estilo de las sesiones de improvisación de los músicos de jazz. El empeño no era fácil, pero la profesionalidad se impuso y el resultado fue óptimo.

Naranjito volvió a triunfar clamorosamente en la cumbre, cantando con brillantez y grandeza géneros que domina a la perfección: granaína y media granaína, siguiriyas, fandangos del Gloria, soleá trianera de los alfareros y tangos. Junto a él, un Luis Pastor en estado de gracia, haciendo el toque de acompañamiento más hermoso que se ha oído en este ciclo: una pura filigrana, un delicadísimo sonido transido de emoción y jondura.

Y Blanca del Rey, en un recital largo, intenso, de una belleza en ocasiones fascinante. Blanca es mucho más que una gran bailaora: es una mujer con ideas, creadora, que aporta a cada uno de sus bailes desarrollos propios, riqueza expresiva, un minucioso análisis de cada elemento concurrente para lograr un todo armonioso. El mantón de su baile por soleá, por ejemplo, que le sirve para componer una secuencia de figuras de increíble sugestión plástica, pero que podría ser perturbador para el propio baile en sí, Blanca lo incorpora con tanto arte a la dinámica de la danza que no deja lugar a la objeción.

Flamenco y folclor

Con el recital de madrugada, en el Círculo de Bellas Artes, de Juanele de Jerez, Rafael Romero y Perico del Lunar, terminó esta IV Cumbre Flamenca, que fue en cierto modo polémica. Ello debido fundamentalmente a la programación de actividades netamente folclóricas: las músicas andaluzas de Semana Santa, la Panda de Verdiales de los montes de Málaga, el grupo de Alosno. Fue una equivocación: un ciclo flamenco no es lugar adecuado para el folclor.Lo demás, es decir lo flamenco, tuvo un nivel medio de calidad considerable. En guitarra de concierto hay que recordar a Manolo Sanlúcar, a Andrés Batista con sus alunmos y al pequeño Jerónimo Maya. Pero también hubo una excelente y extensa presencia de tocaores acompañantes.

Importante nómina, asimismo, de cantaores. En el programa de los nacidos en los felices veinte estaban algunos de los más interesantes: El Arenero, Tomasa y Pies de Plomo, Luis Caballero, Chano Lobato, La Fernanda y La Bernarda, Amés Rodríguez Rey, La Sayago. En los fandangos, José de la Tomasa, Gabriel Moreno y Ginesa Ortega. En el programa de generaciones distintas, Mercé, Miguel Vargas, Chato de la Isla y La Niña de la Puebla. Además, Enrique Orozco, Juanele y Romero. Y Naranjito de Triana. En el cante para baile, Curro de Triana, El Moreno, Palacín, Cancanilla, El Flecha...

En el baile, además de Blanca del Rey, la genialidad de Farruco, una interesante Meme Reina, Juana Amaya, Luisa Torrán, Carmen la del Titi y Paco Valdepeñas.