140 municipios de Salamanca y Zamora rechazan cualquier tipo de centro nuclear
Los alcaldes de los 140 municipios salmantinos y zamoranos afectados por la posible instalación de un laboratorio de experimentación nuclear (proyecto IPES) se oponen a la construcción de cualquier centro nuclear aunque reciban garantías oficiales de su inocuidad. Por esta razón se han negado tajantemente a participar en una comisión de seguimiento del citado proyecto propuesta por el consejero de Fomento de la Junta de Castilla y León, Juan Antonio Lorenzo.
La postura de los municipios afectados nace de la desconfianza y el recelo. Para Bernardo Santos, alcalde de La Fregeneda (Salamanca), "el proyecto IPES es rechazable porque estamos seguros de que tras el laboratorio vendrá el cementerio nuclear; y nadie nos va a convencer de lo contrario. Todos ellos piensan que su zona reúne las características para ubicar allí un cementerio nuclear: pobreza, despoblación, escasas posibilidades de desarrollo, alejamiento del resto de España por distancia y malas comunicaciones y aislamiento de Portugal y por la casi total inexistencia de pasos hacia el país vecino para vehículos y personas. "Por eso", aseguró otro de los alcaldes, "no nos creemos nada de cuanto nos dicen y tampoco se lo creen los vecinos de nuestros pueblos".Esto explicaría la explosión de violencia que desembocó el fin de semana pasado en la retención durante más de un día del vicepresidente de la Diputación de Salamanca, Luis Calvo Rengel en la localidad de Aldeadávila de la Ribera; en los cortes de carretera; en los enfrentamientos con la policía y en acciones como pedir la documentación a los forasteros que transitaban por la zona, ante la sospecha de que pudieran. ser de la Empresa Nacional de Residuos (Enresa).
El miedo a ser engañados motivó también el rechazo a las propuestas del consejero de Fomento, en el curso de una reunión mantenida la noche del lunes y a la que asistieron ocho de los alcaldes afectados. Juan Antonio Lorenzo intentó convencer a los alcaldes de que lo que se conoce actualmente del proyecto IPES no entraña peligrosidad; dijo que experiencias similares se están llevando a cabo sin problemas en distintos países y aseguró que la Junta de Castilla y León se opondrá a la instalación ahora o en el futuro de un cementerio nuclear en la región. Pero no bastó. Como tampoco fue suficiente su propuesta de crear una comisión de seguimiento del proyecto, en la que participarían los afectados, para vigilar su cumplimiento y conocer el alcance real de la experiencia. Para Bernardo Santos, "no podemos entrar en el estudio de algo que no nos va y que merece nuestro rechazo total".
Un mal poco conocido
Los alcaldes tampoco lograron el principal objetivo que perseguían,con la reunión: obtener la oposición del Gobierno autónomo al proyecto IPES. El consejero de Fomento indicó que mal puede rechazar algo que no conoce en todos sus términos, y que además, y por lo que se sabe hasta ahora, no supone ningún peligro de instalacíón de un cementerio nuclear ni daños para la zona. Destacó también que el proyecto supondrá una inversión de 2.000 millones de pesetas en los tres primeros años, de los que 700 pagará la CE.
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