Francesco Clemente: "Quiero ser un eterno principiante"

Francesco Clemente (1952) es uno de los artistasmás destacados del panorama internacional, junto a nombres éolino Enzo Cucchi, Julian Schnabel o Anselm kiefer. Desde ayer se puede ver, en la sala de exposiciones de La Caixa en Madrid (Serrano, 60), una exposición con trabajos recientes de este pintor napolitano. La particular imaginería de Clemente parece remitirnos a mensajes cifrados escritos con la caligrafía de las más antIguas civiliaciones. "Quiero ser un eterno principiante", dice, "y alejarme de la Jerarquía o la predominancia de unas técnicas artísticas sobre otras".

Clementese expresa igualmente a través del fresco, del mosaico, del dibujo o de técnicas pictóricas propias de la India, lugar con el que comparte su residencia en Nueva York. La versatilidad es una de las características de su obra. "Yo quiero ser un eterno principiante", dice cuando se le pregunta sobre esta diversidad de medios."Esta respuesta tiene que ver con una de las ideas dominantes en mi trabajo: el alejarme de los valores jerárquicos respecto a las técnicas artísticas. Hay técnicas que tradicionalmente enseñan en las escuelas como las más nobles y autoritarias, y yo trato de alejarme de ellas".

"El cambio de materiales tiene que ver también con los viajes. Soy un viajante, un viajante de la geograrla y de la mente. La idea de mi trabajo era desde un principio un ideal y una praxis. Yo quería que la imaginación viajase por diversas iconograrias y distintas técnicas. Cada técnica sirve para expresar mejor cada iconografía. Por otro lado, mi vida me demandaba algo así. Viajo de lugar en lugar, y en cada sitio tengo que trabajar con diferentes materiales, con otra luz. Había limitaciones prácticas".

"Pienso que todas las imágenes deben tener un valor relativo y lo que importa no es la imagen en sí, sino el contexto. La razón de la proliferación de imágenes en mi trabajo es porque carecemos de una tradición, una trádición común, y cada arte de hoy debe reinventar unos cimientos para su trabajo. No se puede construir como si exitieran esos cimientos".

Pasado y tradición oral

El pasado histórico y la fuerza del relato son algunos de los intereses que más se reflejan en la ,obra de Clemente. "Hay experiencias comunes en la vida; hay cosas comunes a toda'la gente, lugares y épocas. Si uno se remite a esas experiencias, te ves lleno de una cierta cantidad de imágenes recurrentes. Eso no significa que necesariamente- hagas citas de esas imágenes que ves en los museos. Tal vez suceda que ellas vuelven solas otra vez. El hecho de que la gente del pasado supiera ciertas cosas no significa que nosotros las sepamos. Tenemos que aprender una y otra vez las mismas cosas".

"No es un eterno retorno; es que yo creo en la tradición oral. La mayor pérdida de Occidente ha sido la pérdida de la tradición oral, de habilidades que se transmiten de generación en generación. No tenemos maestros. Tenemos una serie dé escuelas pero el conocimiento no es ya un asunto de amor; se ha convertido en un tecnicismo. El arte es uno de los pocos remansos de Occidente donde se puede beber aún de esta tradición oral La autoridad en el arte no viene de un libro, sino de la gente que te precedió. -No es un retorno ni una forma de preservar o ser conservador; es una forma de vivir en el presente".

"Mi relación con la India comenzó hace como, quince años, un día que decidí ir a otro lugar, que fuera diferente. Cogí un avión, fui a la India y quedé tan asombrado que he regresado muchas veces desde entonces".

Vivir en Nueva York y Madrás es para Clemente una necesidad de oposición para lograr un estímulo constante. "Uno tiene una visión del mundo o una visión de sí mismo como uno de muchos fragmentos. Algo te dice que no puedes confiar sólo en uno de los fragmentos de los que te compones y que lo único confiable es el espacio intermedio. Vivir en la India y América significa habitar en los dos únicos lugares capaces hoy día de generar mitos. Si estás en Nueva York viendo televisión, o en la India en un templo, crees lo que ves. En ambos lugares te Conviertes en un creyente. Pero si estás en uno de los dos lugares y crees lo que ves, siempre puedes recordar que en otro momento estuviste en una especie de universo opuesto y también lo creíste. Estás en una posición de desapego muy característica de nuestro tiempo".

Francesco Clemente es, en cierta forma, un místico que llega a admitir que, para él, la religión y el arte están unidos. "Si nos atenemos sólo al origen de la palabra religión -religare; es decir, unir-, y no a los doginas religiosos, sí, arte y religión están ligados".