El FMI rebaja del 3,1% al 2,5% las previsiones de crecimiento en las economías industriales para 1987
ENVIADO ESPECIAL La caída del precio del petróleo experimentada el pasado año y la depreciación simultánea del dólar tuvieron una influencia inferior a la prevista a la hora de estimular la economía de los países industriales, lo que hizo que ésta creciera algo menos de lo esperado. El crecimiento de la economía de los países industriales en 1987 será inferior al pronosticado hace seis meses (3,1%), y se situará en torno al 2,5%, según las últimas previsiones del informe semestral Economic outlook, del Fondo Monetario Internacional (FMI), que será hecho público esta semana.
Sin ser pesimista, el Economic outlook del FMI se abstiene de lanzar las campanas al vuelo sobre las perspectivas de la economía mundial en los próximos 18 meses. Si bien afirma que "permanecemos en el quinto año de la recuperación posterior a la recesión 1980-1982", el documento confidencial, que será presentado esta semana a la reunión de primavera del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, afirma que "existen razones que inducen a la preocupación a medio plazo"."En particular", añade, "la persistencia de desequilibrios en los balances externos y financieros suponen un serio riesgo de que continúen las tensiones en los tipos de cambio, aumente el proteccionismo y se restrinjan las condiciones financieras".
"Corregir estos desequilibrios mientras se mantiene el momento en el crecimiento mundial y se conservan los progresos hechos contra la inflación es el desafío que afrontan los países industrializados", sentencia el informe.
Las cifras de 1986
En sus dos volúmenes, uno de análisis y otro de estadísticas, el informe del FMI analiza en una primera parte la evolución de las economías industriales y de los países en desarrollo durante el pasado año, para terminar, en un segundo capítulo, especulando sobre "la fortaleza de las previsiones de crecimiento en las economías occidentales".En este punto, el equipo de analistas del FMI trata de justificar el pequeño error cometido en sus previsiones del pasado año, al estimar que el impacto de la reducción de los precios del petróleo y otras materias primas, junto al de la depreciación del dólar, fueron inferiores a lo previsto. El informe también cuestiona su previsión del efecto favorable que podría tener el previsto recorte en el presupuesto federal norteamericano.
Para 1988 el FMI se muestra algo más optimista y proyecta, como es habitual en sus últimos informes, una evolución más expansiva de las economías occidentales que puede llegar a corroborarse si se cumplen las previsioes realizadas para este ejercicio.
Pero, a decir verdad, los técnicos del Fondo Monetario Internacional no dan muchas razones para su optimismo. Tan sólo reiteran su ya clásica estlmación de que los logros alcanzados en los últimos años en la correción de los desequilibrios estructurales (fiscales, monetarios, etcécera) y en el control de la inflación terminarán algún día por dar sus resultados. Todo ello combinado con una previsión de precios para el petróleo y las materias primas sobre una base de estabilidad.
Este panorama de estabilidad ya influyó positivamente en 1986 en relación al empleo en las naciones desarrolladas y en el comercio mundial. Así, la tasa de crecimiento del comercio en los países industriales fue del 9% en 1986 y el FMI anticipa un crecimiento de medio punto adicional en 1987.
Países industrializados
Este notable incremento contribuyó por sí sólo al crecimiento de 1,1 puntos en la economía global, pese a la reducción experimentada en la capacidad de compra de los países productores de petróleo como resultado del hundimiento en los precios de los crudos.Además de estimar una evolución favorable y con éxito en el frente de la inflación (el documento resalta que sólo cuatro países, Australia, Nueva Zelanda, España y Noruega, tienen una inflación superior al 8%), el FMI se muestra algo más optimista de lo que ha sido habitual en los últimos en relación al desempleo en las naciones industrializadas.
Así, resalta que la creación de empleo se ha acelerado en las naciones occidentales, con un crecimiento neto de 1,6%, "el mejor resultado desde l980". Incluso en Europa, donde es difícil reducir la tasa de desempleo, hubo noticias alentadoras, como la creación de empleo en Francia y España (2,6%), pese a que "el nivel de empleo era el pasado año ligeramente superior al existente en 1970".
En relación a la evolución monetaria y de los tipos de cambio, que ocupará una gran parte de las discusiones de la reunión de primavera del FMI, el informe señala que se han realizado importantes esfuerzos en la concertación de las políticas monetarias y cambistas entre los países occidentales, y añade que es previsible que la concertación continúe.
El informe del fondo monetario resalta los dos reajustes acordados por los países que forman parte del Sistema Monetario Europeo (SME) en 1986, y concluye que muchos de los desequilibrios entre los tipos de cambio responden a los diferentes tipos de políticas aplicadas en las naciones afectadas, por lo que podría abogarse por una mayor coordinación entre ellos.
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