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El tríptico robado en el palacio ducal de Gandía es una obra gótica del siglo XV

Una gran parte del patrimonio religioso de Valencia, está sin catalogar

La obra robada el martes en el palacio ducal de Gandía (Valencia) propiedad de los jesuitas, atribuida inicialmente a Juan de Juanes (1523-1579) o a su escuela, es en realidad un tríptico gótico del siglo XV, y su valor artístico, según los especialistas, resulta menor. La confusión se originó al no aparecer la pieza en el catálogo del Patrimonio valenciano, en el que aún no está incluida una buena parte de los bienes artísticos de la Iglesia.

El tríptico de La Resurrección, la única pieza que los ladrones lograron llevarse del palacio de los Duques de Gandía, debió de formar parte de un retablo gótico de la segunda mitad del siglo XV, es un obra realizada con la técnica del temple sobre tabla, y pertenece a la escuela catalano-aragonesa. Estos datos fueron obtenidos de los ficheros del profesor de historia del arte de la universidad de Valencia Fernando Benito por la Dirección General del Patrimonio de la Generalitat valenciana tras numerosas gestiones ante especialistas e historiadores.Tanto el director general, Tomás Llorens, como el técnico de su departamento Josep Gil expusieron sus reservas sobre la atribución a Juan de Juanes del objeto de arte robado. Estas mismas fuentes habían desmentido algunas informaciones que valoraban el tríptico en unos 100 millones de pesetas. "Si tenemos en cuenta", declaró Gil, "que en la galería Sotheby's de Madrid se subastarán el próximo día 6 de abril una pieza de Nicolás Borrás seguidor de la escuela de Juanes, y otra del círculo de este artista renacentista, con precios de salida de unas 300.000 pesetas, es imposible que una obra atribuida a la escuela de Juanes hubiera podido tener un valor de 100 millones".

Tomás Llorens informó de que la obra no figuraba en los catálogos de bienes y objetos de arte de la Iglesia en edificios declarados monumentos, y calculó que de las 3.000 obras de arte de este tipo que habrá en el País Valenciano, sólo un millar ha sido fichado hasta ahora. "Mientras los propietarios particulares, que se acogen a los beneficios fiscales recientemente establecidos, han declarado la mayoría de las obras de arte que poseen", explicó Llorens, "no ha ocurrido lo mismo con la Iglesia, que ya estaba exenta con anterioridad de estos impuestos".

La inexistencia de documentos fotográficos de la obra en el palacio Ducal y su ausencia de los catalogos sobre Juan de Juanes y su escuela, como el realizado con motivo de la exposición celebrada en Valencia en 1979, dificultaron la tarea de identificación de la pieza.

"Sabían lo que hacían"

Antonio López, guía del palacio ducal, afirmó ayer, sin conocer que se había establecido la época y estilo de la obra robada: "Desde luego, los ladrones sabían lo que hacían, puesto que se han llevado el tríptico que, al visitar el palacio de los Borja, siempre hemos atribuido a Juan de Juanes, aunque lo único seguro es que pertenece a su escuela".

Los ladrones del palacio ducal ya tenían descolgadas otras piezas, entre las que se encontraban varios cuadros y un reloj de pared del XVIII. Sin embargo, la presencia de la policía local, que acuelió a las inmedíaciones, debió de ahuyentar a los autores del robo e impidió que se llevaser el resto de objetos artísticos, según informa Francesc Piera.

Ignacio Jesús Moragues, el jesuita que actualmente regenta el palacio ducal, manifestó que los ladrones habían penetrado en el edificio desde una finca lateral, rompiendo una de las pocas ventanas que no poseen rejas y lleiándose el tríptico, que "debió de pertenecer al retablo de alguna iglesia".

Entre las obras que no llegaron a llevarse los asaltantes se encontraba una de Jacinto Espinosa que representa al décimo duque de Gandía, Pascual Francisco de Borja, y otros tres de autores ariónimos, todos ellos fechados en el XVII. El lienzo de Espinosa, que apareció en el suelo de la segunda galería dorada, medía más de dos metros de alto por 1,5 metros de ancho, y estaba colgado en la parte alta de dicha galería, por lo que se cree que los ladrones eran varios.

La zona del palacio ducal donde se ha realizado el robo recibe el nombre de zona nueva, y fue construida por el décimo duque de Gandía para conmemorar, en 1671, la canonización de Francisco de Borja por el Papa Clemente X. Esta parte del palacio, considerada por los especialistas como una obra maestra del barroco valenciano, está compuesta por cinco estancias cuyos techos, pintados sobre lienzo, se atribuyen a Gaspar de Huerta y en ellas se pueden contemplar más de 50 lienzos y tablas correspondientes, en su mayoría, al Siglo XVII.

Hace aproximadamente seis años, el palacio ducal de Gandía, que fue propiedad de los Borja desde 1485 y pasó a manos de la Compañía de Jesús a finales del siglo XIX a través de una subasta pública, sufrió ya el robo de un crucifijo de bronce perteneciente a los antepasados de san Francisco de Borja, cuarto duque de Gandía. Dicho crucifijo fue devuelto por dos niños

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