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EL JUICIO SOBRE EL SÍNDROME TÓXICO

La mala memoria de un industrial aceitero

El aceitero guipuzcoano Juan Miguel Bengoechea dedicó sus esfuerzos en su primera intervención en el juicio a resaltar que él se enteró en mayo de 1981 de que su aceite desnaturalizado para usos industriales era destinado por su cliente la empresa Raelca al consumo humano. Esa fecha se contradice con la que facilitó el 1 de julio de 1981 en la comisaría de Irún (Guipúzcoa), donde explicó, como ratificaría al día siguiente ante el juez, que se enteró en abril del destino final de su aceite. Entre aquella declaración y este juicio la investigación judicial ha confirmado que Bengoechea vendió aceite de colza desnaturalizado a Raelca el 11 de mayo de 1981.

El industrial contestó a todas las preguntas del fiscal en la sesión de la mañana, pero se negó a responder las de los letrados de la acusación particular y de algunos defensores aconsejado por su letrado y debido a los incidentes que se produjeron en el descanso.A las 11.45 se inició el interrogatorio. Bengoechea afirmó que en 1981 importaron 600.000 kilos de aceite de colza, cantidad superior al año anterior, debido a que tenía que atender a los últimos pedidos de industrias Pich. Como Pich andaba mal de dinero y debía a los Bengoechea dos millones de pesetas, acordaron que el primero le traspasaría unos clientes. Los clientes que Pich traspasó a Bengoechea fueron Enric Salomó, de Aceites Salomó, y Ramón Ferrero, de Raelca.

El acusado aseguró en el juicio que no se enteró de que Ferrero dedicaba su aceite al consumo humano hasta mayo de 1981, cuando se lo dijeron Pich y Salomó en una reunión celebrada en Barcelona. Sin embargo, este extremo contradice dos declaraciones anteriores de Bengoechea, que el 1 y 2 de julio de 1981 afirmó ante la policía y el juez, como consta en su decla ración: "Sobre finales del mes de abril supo por Jorpi [empresa de Jorge Pich] que el aceite de colza que suministraba a Raelca era destinado, previo refinado, a envasarse y distribuirse para el consumo humano. Que al tener conocimiento de estos hechos se puso inmediatamente en contacto telefónico con Ramón Ferrero a fin de corroborar la información que había recibido de Jorge Pich. En la conversación mantenida con Ramón Ferrero quedó claro que el aceite de colza desnaturalizado suministrado por Rapsa a Raelca de Madrid era destinado al consumo humano, una vez envasado en garrafas por este último. No obstante, el declarante interesó a Ramón Ferrero si podría haber algún problema con su aceite a pesar de haber sido refinado, a lo que Ferrero contestó que no se preocupase, que no había ningún problema".

Partida documentada

En esas mismas declaraciones, Bengoechea dijo que a pesar de conocer en abril el destino ilegal que se le estaba dando al aceite de colza desnaturalizado el 11 de mayo de 1981 sirvió a Raelca una nueva cisterna con 26.960 kilos de aceite de colza. Esta partida de aceite está documentada en el sumario. Bengoechea, en diciembre de 1981 y al no poder negar la entrega del aceite, hizo una ampliación de declaración en la que retrasaba hasta mediados de mayo la fecha en la que decía tener conocimiento del desvío del aceite al consumo humano.

En marzo de 1980 Bengoechea visitó las instalaciones de Raelca, lo que según el fiscal demuestra que Bengoechea sabía que Raelca (hermanos Ferrero) no podía destinar a la industria el importante volumen de aceite de colza que le compraba, pues su fábrica era muy pequeña.

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Juan Miguel Bengoechea negó ayer que llamara a su delegado en Madrid José Luis Garrote para que éste hiciera Udesaparecer la documentación sobre la venta de aceite a Raelca. Sin embargo, en la declaración realizada el 1 de julio en la comisaría de Irún, Bengoechea afirmaba que al saber que el aceite de colza era el causante de la enfermedad marchó a Madrid con su hermano Fernando para asesorarse con abogados. En la declaración se dice textualmente: "la misma noche del día 19 [de junio] regresaron a San Sebastián, llamando [Juan Miguel Bengoecheal por teléfono al repetido Garrote, diciéndole: Tienes que ver a Ferrero porque esa documentación del aceite de colza tiene que desaparecer".

Bengoechea señaló ayer que en realidad había dicho a Garrote que preguntara a Ramón Ferrero acerca de qué pensaba hacer y que si lo hizo fue porque eran momentos de muchos nervios y tensión.

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