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Industria consultará el 'plan Magaña' para FECSA con la Comisión Delegada del Gobierno

El presidente de FECSA, Luis Magaña, presentó ayer al secretario general de la Energía, Fernando Maravall, el último borrador elaborado sobre el plan de viabilidad para la compañía, que recibió una recepción favorable en espera de su estudio por la Comisión Delegada de Asuntos Económicos del Gobierno. Ayer, el secretario de Estado de Economía, Guillermo de la Dehesa, transmitió al Consejo Superior Bancario, en nombre de Maravall, un mensaje tranquilizador en relación al plan y solicitó el apoyo formal de la banca al saneamiento de la compañía.

Según fuentes oficiales contrastadas, el 'plan Magaña' de salvación para la compañía ha experimentado un cambio "a mejor" en relación al primer esquema presentado a Industria hace unos días. El plan, sin un carácter definitivo todavía, sigue basándose, como los anteriores, en el mix o reparto de las aportaciones que hay que realizar en el saneamiento de la empresa, que sigue dividiéndose entre la propia empresa (disminución de reservas), los acreedores (reducción de tipos de intereses y créditos participativos), contribuciones del sector y concesión de ventajas oficiales (exenciones de coeficientes eléctricos, etcétera), algunas de las cuáles tendrán que ser negociadas por la compañía con Hacienda.La principal novedad del esquema presentado ayer es el mayor esfuerzo que la compañía realizará para convertir recursos ajenos en propios mediante la petición a la banca acreedora para que sustituya una cierta parte de su saldo en créditos participativos, recuperables a medio plazo. El ahorro que FECSA podría obtener por esta vía es variable, pero no se descarta que, antes de 1990, alcance una cifra que rondaría los 20.000 millones.

Asimismo, el plan prevé la petición de un esfuerzo adicional de los acreedores mediante el recorte, por debajo del precio del coste del dinero en el interbancario de Madrid y Londres, de los tipos de interés en la prevista renegociación de la deuda bancaria. La media del reducción de los tipos es de un punto y medio durante una primera fase, si bien el alcance total podría ser superior. La duda princial se sitúa en que éste es un problema que supera al marco de la empresa, ya que tiene que ser objeto de negociación con los bancos y con los tenedores de las obligaciones, por lo que el alcance exacto del saldo de ahorro que FECSA podría obtener es difícil de cuantificar.

Magaña ha comunicado a los bancos su intención de abrir negociaciones formales para la reestructuración de la deuda a partir del próximo día 6 de abril. Hoy, la banca extranjera tiene previsto reunirse con representantes del Banco de España y del Ministerio de Economía para transmitir un mensaje de comprensión hacia las dificultades que, para todos, puede originar la crisis del FECSA.

El dato más significativo para calcular los previsibles ahorros que se obtendrían por la vía bancaria es el pago de intereses que tiene que realizar la compañía por su deuda global, que supera los 60.000 millones anuales, a los que habría que añadir el pago de principal de otros 30.000 millones, si bien éste ha sido suspendido unilateralmente por la sociedad. La sociedad tiene previsto también abrir negociaciones con la Confederación Española de Cajas de Ahorro (CECA), a fin de calcular el monto total de obligaciones FECSA que sus asociadas tienen o son depositarias. La compañía ha emitido por este concepto unos 300.000 millones.

Otra novedad importante es la aceptación por el sector eléctrico, tras una sugerencia oficial, para convertir su aportación de 18.000 millones de pesetas (el denominado fondo de saneamiento de 1986, equivalente al 2% de los ingresos por tarifas) en capital social de la compañía, con la previsible entrada de Unidad Eléctrica (Unesa) en el consejo de administración. El sector hubiera preferido que esta aportación fuera por la vía de un crédito blando, recuperable a medio plazo, pero, finalmente, la fórmula elegida no ha sido ésta.

Disminución de reservas

La primera medida que el plan de saneamiento contempla es, en cualquier caso, la disminución de las reservas de la sociedad, que alcanzan, en la actualidad, la cifra de 150.000 millones. Industria ha sugerido que el saneamiento de pérdidas acumuladas con cargo a reservas se realice a poder ser de una sola vez, y que además se haga en el cierre del ejercicio de 1986. De esta manera, FECSA taparía el denominado agujero de años anteriores, cuyo alcance es aún objeto de estudio en función de la dificultad de distinguir entre pérdidas acumuladas y diferidos.Con todo, una primera cifa estimativa de la disminución de reservas de la sociedad en el primer ejercicio (1986) se estima en 40.000 millones. FECSA tendría luego que distinguir entre costes diferidos y agujeros pasados. Industria había estimado las pérdidas acumuladas en FECSA en torno a los 80.000 millones.

El punto más polémico del 'plan Magaña' es la insistencia de la empresa de que se le excluya, de manera total, de la obligatoriedad de abonar el 3,9% de sus ingresos con el fin de financiar la moratoria nuclear. Industria estudia, sin embargo, la disminución para todo el sector de este porcentaje a un máximo de un 1,4% de las tarifas para los próximos años, y la empresa catalana, según algunas fuentes, ha introducido ya esta variable en sus proyecciones financieras. FECSA también busca otros tipos de ayuda de disposición ministerial.

Magaña se entrevistó ayer, en reuniones bilaterales, con varios presidentes de las empresas eléctricas (y con el de Unesa, Iñigo Oriol), a los que hizo un resumen de su plan de viabilidad.

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