Cossiga encarga a la comunista Nilde Jotti que busque una solución a la crisis italiana
El presidente de la República, el democristiano Francesco Cossiga, en el último esfuerzo para no disolver las Cámaras y evitar la convocatoria de elecciones anticipadas tras la renuncia de Giulio Andreotti a formar Gobierno, convocó ayer tarde al Quirinal a la comunista Nilde Jotti, de 67 años, presidenta del Parlamento, confiriéndole un mandato exploratorio. Su papel no consiste en intentar formar un Gobierno, sino en sondear otra vez a las fuerzas políticas para comprobar si aún existe la posibilidad de que algún otro líder pueda ser capaz de obtener una mayoría suficiente en el Parlamento y, por tanto, de formar un nuevo Gabinete.
La noticia sorprendió a los italianos porque es la primera vez en la historia de la República que una mujer obtiene un encargo de este tipo, aunque sea sólo exploratorio. Y además porque, aunque Nilde Jotti no ha sido convocada como dirigente del Partido Comunista Italiano (PCI), es decir, como miembro de partido, sino como una figura institucional independiente, debido a su condición de presidenta de la Cámara baja, es, sin embargo, la primera vez que un encargo semejante se le confiere a un comunista. Además, Jotti es un personaje muy significativo dentro de su partido, al haber sido la compañera del fallecido líder comunista italiano Palmiro Togliatti.El presidente Cossiga había otorgado ya un mandato exploratorio de este tipo, con ocasión de la crisis de Gobierno del pasado mes de junio, a Amintore Fanfani, democristiano, pero no como hombre de la Democracia Cristiana (DC), sino en tanto que presidente del Senado.
Las primeras reacciones que se han registrado en el ámbito democristiano señalan que, a fin de cuentas, la Democracia Cristiana prefiere que este encargo exploratorio haya recaído esta vez en un comunista y no en un democristiano. La razón es que los dirigentes de la DC están seguros de que, de todos modos, se llegará a la convocatoria de elecciones anticipadas.
En ese contexto, para ellos es importante que sea un exponente de la izquierda, y no un democristiano, el que confirme a Cossiga que, como ya ha indicado el secretario democristiano, Ciriaco de Mita, no existe posibilidad alguna de formar un Gobierno en lo que queda de la legislatura, dada la intransigencia de los socialistas.
Si el mandato exploratorio lo hubiese recibido un democristiano, su dictamen negativo para la posibilidad de formar un nuevo Gobierno hubiese podido aparecer interesado o dictado por intereses partidarios. De todas formas, la decisión de Cossiga de convocar a una mujer que, al mismo tiempo, es dirigente comunista ha sorprendido.
El hecho de que el partido de Palmiro Togliatti y de Enrico Berlinguer haya sido llamado por primera vez a participar directamente en las negociaciones para formar Gobierno, no deja de ser un precedente que, por lo menos a nivel psicológico, rompe un tabú que data de hace más de 40 años.
Nilde Jotti está considerada como integrante del sector derechista del Partido Comunista Italiano, mientras Francesco Cossiga ha pertenecido siempre a la izquierda de la Democracia Cristiana.
Nilde nació en Reggio Emilia en 1920. Su padre era un ferroviario, sindicalista socialista a quien los fascistas privaron del trabajo. Estudió en un colegio religioso porque su padre consideraba que "mejor son los curas y las monjas que los fascistas". Posteriormente, Nilde (diminutivo de Leonilde) se licenció en Letras.
Jotti fue diputada por primera vez a los 23 años, cuando acababa de doctorarse en la universidad Católica de Milán. Participó en la elaboración de la Constitución como miembro de la Comisión de Enseñanza. En 1956 ingresó en el Comité Central del PCI y, en 1962, al celebrarse el décimo congreso del partido, fue nombrada miembro de la dirección.
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