Algo más que anulaciones matrimoniales
La función del Tribunal de la Rota es servir a los católicos de órgano último de apelación ante el Papa
El Tribunal Apostólico de la Rota Romana es quizá el organismo más famoso de la Curia, conocido en todo el mundo exclusivamente como tribunal de segunda instanciade los procesos de nulidad matrimonial. Pero es más que eso. En realidad, es el tribunal a través del cual los católicos pueden apelar al Papa para todo tipo de conflictos. A él puede acudir, por ejemplo, un constructor que tenga un pleito sobre una obra realizada para una congregación religiosa. Sin embargo, lo cierto es que hoy el 98% de la actividad de la Rota se refiere a los procesos relacionados con el matrimonio.
Este supremo tribunal del Papa, por encima del cual no hay apelación posible en la Iglesia, es uno de los pocos organismos de la Curia romana que no está enclavado geográficamente en el Vaticano. Su sede se encuentra en la Vía Vittorio Emmanuelle, en la Roma antigua, dentro del palacio de la Cancillería, aunque tiene el privilegio de la "extraterritorialidad", algo semejante a una embajada. En él trabajan 25 jueces rotales, la mayoría italianos y sólo uno de ellos español, José María Serrano, considerado el más abierto de todos ellos.Para entrar a los despachos de la Rota, cuyas paredes están cuajadas de antiguos retratos de jueces y juristas famosos, hay que atravesar una puerta enmarcada en mármol trabertino sobre la que se lee en latín: "Tribunal de la Sagrada Rota Romana". Todo es solemne y austero. En las paredes hay frisos de mármol de casi dos metros de altura. En los tableros de anuncios prácticamente todo está escrito en latín. Y todos, abogados rotales y jueces, celebran los procesos en la antigua lengua de la Iglesia.En el mismo palacio de la Rota existe una importante escuela para abogados rotales. Cuando acaban, todos ellos deben ser doctorados en Derecho Civil y Canónico y dominar perfectamente el latín. Los exámenes son durísimos. El último, al que se sometieron los aspirantes después de tres años de especialización, duró 12 horas seguidas.
Existen varias hipótesis sobre el origen desconocido de la palabra Rota. La más aceptada es la que se refiere al hecho de que losjueces se ponían en corro para tomar sus decisiones. Al principio se llamaba Sagrada por tratarse del tribunal del Papa, y Romana para distinguirla de otras Rotas entonces existentes, de lascuales la única que hoy funciona es la española, como un privilegio especial.
En los tiempos en los que en las sociedades civiles no existía el divorcio la actividad de laRota adquiría un interés e importancia mayores de lo que son actualmente. Era más severa en la concesión de declaraciones de nulidad. Actualmente, en régimen de divorcio, muchos prefieren acudir a los tribunales civiles, mientras apelan a la Rota sólo quienes desean volver a casarse por la Iglesia.
La Santa Sede, que siempre se ha opuesto al divorcio, empezó a abrir la manga en la concesión de nulidades al ver que muchos católicos acudían a los jueces civiles. El Vaticano desmiente esta versión, y explica que el nuevo régimen, más comprensivo y abierto, ha venido generado por la nueva mentalidad del concilio, que ha insistido sobre el valor de los motivos "personales" y sobre todo "psicológicos" para el consentimiento en el sacramento del matrimonio.
Precisamente ha sido la aplicación de la vertiente psicológica lo que ha permitido a los jueces ser más magnánimos en la concesión de anulaciones.
Unos gratis, otros no
Entre los documentos inéditos consultados por este corresponsal se puede leer que el año pasado la Rota sentenció sobre 98 casos de anulación, de los cuales fueron rechazados 56 y aceptados 42. A ellos hay que añadir 81 decretos (contra 59 del año precedente) que han confirmado sentencias de primer grado. Por ello, en total, las sentencias de nulidad han sido 123, contra las 105 de 1985. De dichas sentencias, 35 fueron hechas "gratuitamente".
Una de las sentencias juzgadas negativamente -a la que se negó el año pasado el decreto de anulación- fue la de un caso de impotencia viril "ob defectum veri seminis" (por carecer de semen fértil). El caso había sido rechazado ya en primera instancia. El motivo ha sido que, según la doctrina tradicional, es capaz de contraer matrimonio sacramental el varón capaz de penetración sexual, aunque sin efusión de "verum semen seu in testiculis elaboratum" (verdadero semen elaborado en sus testículos).
Pero, según los documentos consultados, los casos más frecuentes presentados han sido, junto con los de carácter psicológico, la exclusión del matrimonio como sacramento y la determinación de no tener hijos. En uno de los casos en los que se decretó la nulidad por exclusión del sacramento, fue por haber probado que el varón había sostenido siempre "ideas marxistas" y que había militado desde joven en el partido comunista italiano.
Por lo que se refiere a la incapacidad para asumir las obligaciones del matrimonio, se observa, como afirma el documento rotal, "una gama casi infinita de problemas mentales, neurológicos y caracteriológicos".
Entre los problemas considerados "graves", en base a los cuales es posible presumir que no hubo matrimonio, se citan la esquizofrenia, las psicosis maniacodepresivas, el alcoholismo, la ninfomanía (porque se supone que no puede darse en dicho caso la fidelidad) y la homosexualidad si se prueba que existe "la inclinación irresistible hacia el mismo sexo".
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