La Rota española, un privilegio a extinguir
El Tribunal de la Rota español, único en la Iglesia universal frente al de Roma, se creó en 1771 como una dádiva más de la Santa Sede a la monarquía católica. El papa Clemente XIV concedió a España el privilegio de disponer de un tribunal de apelación propio que evitara a los litigantes descontentos el viaje a Roma.Suprimido el alto tribunal durante la II República, fue restablecido en 1947 con rango de tribunal supremo e integrado en el ordenamiento jurídico español.
Una situación que corroboró el Concordato de 1953 y que revisó la democracia en 1979 con el Convenio de Asuntos Jurídicos, por el que la Rota subsiste como jurisdicción especial, pero sus resoluciones carecen de respaldo legal. Por lo mismo, el Estado deja de financiar al tribunal en cuanto tal. No obstante, los jueces-auditores mantienen los derechos adquiridos y siguen cobrando su sueldo del Estado. Al mismo tiempo, el Estado admite los efectos civiles de las anulaciones eclesiásticas, siempre que se ajusten al Derecho español.La pervivencia de la Rota española depende, en buena parte, de la longevidad de los jueces auditores actuales, cercanos a la cincuentena. Después, "la Iglesia proveerá", afirma el decano del Tribunal, Juan José García Failde. Entre tanto, y pese a esa aparente languidez que precede a las instituciones amenazadas de derribo, la Rota española sigue funcionando. El 95% de las sentencias se refieren a nulidades matrimoniales, aunque también se fallan litigios económicos. Sólo 15% de negativas
En 1986 entraron en el alto tribunal eclesiástico alrededor de 450 causas. "De ellas, se han fallado ya unas 375", declara el notario Eduardo López. "Sólo el 10% o el 15% de las sentencias han sido negativas", añade.
Las tasas del tribunal oscilan alrededor de las 35.000 pesetas, pero no hay que olvidar que la Rota funciona como segunda o tercera instancia, por lo que los interesados ya han pagado antes similares tasas. El informe de los psiquiatras suele ascender a 25.000 pesetas. La minuta del abogado puede ir desde el millón de pesetas a las 200.000, depende de su honradez", apunta el notario.
El notario Eduardo López admite: "es cierto que se dan nulidades amañadas, pero no podemos entrar en las conciencias: si mienten, allá ellos". Reconoce que ser buen actor ayuda a ganar, pero asegura que no se dejan engañar tan fácilmente: "en seguida se les ve el plumero cuando se les interroga a solas y se desmonta el fraude".
La creencia general es que la Rota española ha abierto la manga desde el año 1976, fecha en la que fue nombrado decano García Failde. La cerrazón anterior, por el contrario, había producido fuga de causas a Estados Unidos y Zaire. "Yo paso por ser un juez de mentalidad abierta, más acomodada a los avances de la antropología humana", admite García Failde, "pero eso no significa que busquemos competir con el divorcio y atraernos clientela". Pero reconoce que son muchos los ya divorciados que "no se conforman con esa solución" y acuden a la Iglesia.
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