La recompensa de la imaginacion
No obstante, esto no significa que los grandes bancos, o de hecho el sistema bancario en su conjunto, sean los principales proveedores de fondos a la industria norteamericana: en realidad, la deuda bancaria se emplea para financiar menos del 10%. de los activos totales de las empresas manufactureras norteamericanas, lo cual refleja la importancia de las emisiones de bonos públicos, de títulos, de la generación interna de fondos y del crédito comercial en la financiación de las empresas norteamericanas. El sistema bancario británico es el que ofrece el paralelismo más próximo al limitado papel de los bancos en Estados Unidos. La situación japonesa y, en menor grado, la alemana occidental son casi lo contrario, y los bancos desempeñan un papel dominante en la provisión de fondos a la industria.Tal como ha señalado claramente el estudio del Comité Baring sobre los recientes desarrollos en la provisión de fondos para las pequeñas empresas en el Reino Unido, "en el sector bancario se ha dado un cambio, produciéndose un alejamiento de las posibilidades tradicionales de demanda hacia más créditos a largo plazo, con ofertas de créditos flexibles y una diversidad de nuevos productos de títulos relacionados".
En realidad, lo que ha sucedido en los últimos años es que tanto la comunidad financiera como los Gobiernos han reconocido el creciente peso de las pequeñas empresas en la economía y en la creación de empleo. En consecuencia, en los últimos cinco años, los grandes bancos han cambiado de manera espectacular, sobre todo en el Reino Unido, su actitud respecto a los plazos de los créditos a las pequeñas. empresas. Esto no existía hasta hace 10 años, pero, en la actualidad, la mayoría de los principales bancos británicos ha introducido facilidades para la concesión de créditos con garantías adecuadas hasta un plazo de 20 años, con posibilidad de posponer el pago del capital en los primeros años. Los créditos a plazos suponen actualmente más del 30% del total de préstamos a las pequeñas empresas.
Ciertamente, el intento de llenar el vacío de la continua subcapitalización de las pequeñas empresas ha dado lugar a una amplia gama de nuevas fuentes de fondos. El Reino Unido, país que tiene una de las comunidades financieras más fuertes del mundo, pero que, al mismo tiempo, sufre en la actualidad una de las mayores tasas de desempleo entre los países de la OCDE, se ha puesto en cabeza en este aspecto, desempeñando el papel de explorador en la creación de nuevos instrumentos financieros para las pequeñas empresas.
Pequeñas empresas
El establecimiento de un mercado de títulos no cotizados (USM) o de un mercado directo (OTC) y la cuestión del capital riesgo forman de hecho parte de la amplia gama de innovaciones por medio de las cuales la comunidad financiera está intentando ajustar la evolución de la economía. Por otra parte, existe el Programa de Garantía de Préstamos (LGS) y el Programa de Expansión de Empresas (BES).
El objetivo del LGS es ayudar a los bancos a ofrecer créditos a medio plazo a pequeñas empresas independientes en situaciones en las que los riesgos se consideren demasiado altos para la posibilidad de un crédito convencional. De, acuerdo con este programa, el Gobierno garantiza la devolución al banco del 70% del crédito (originalmente era del 80%), a cambio de lo cual el prestador paga una primaanual (originalmente, de un 3% y actualmente, del 5% de la parte garantizada de la cantidad por pagar). Entre 1981 y 1985 se entregaron más de 500 millones de libras esterlinas, de acuerdo con las condiciones de este programa, a más de 16.000 pequeñas empresas del Reino Unido.
Según,cálculos gubernamentales, las empresas con ayuda del LGS que superan el período de 18 meses en funcionamiento tanto en el LGS como en el EAS) tienen probabilidad de crear cerca de ocho nuevos puestos de trabajo por empresa. Así pues, se calcula que se han creado 100.000 nuevos puestos de trabajo a partir de esta innovación financiera.
En Francia se encuentra en marcha un mecanismo similar, desde 1984, el Fond de Garantie pour la Création et la Transmission des Entreprises (Fondo de Garant ía para la Creación y Transferencia de Empresas) que ofrece hasta una garantía del 65% sobre los créditos concedidos por los bancos para la creación de una nueva empresa y hasta el 50% para su transferencia.
Más empresarios
El BES (Programa de Expansión de Empresas) surgió a partir del programa de iniciación de empresas, en 1983, para proporcionar desgravación fiscal a personas individuales, sobre su tipo máximo del impuesto por renta sobre el trabajo personal, hasta un máximo de 40.000 libras esterlinas al año, en las inversiones de nuevos títulos en la mayoría de las empresas comerciales británicas no cotizadas en bolsa. A finales de 1985, más de 90.000 nuevos inversores se habían beneficiado del programa, aportando más de 100 millones de libras.
Trasladándonos al otro lado del Atlántico, resulta interesante estudiar el papel desempeñado por el sistema bancario norteamericano en el desarrollo de nuevas industrias mediante una eficaz adaptación tecnológica. Hasta ahora, todos los informes sobre la financiación del crecimiento de las empresas de alta tecnología en Estados Unidos se han centrado en la disponibilidad de capital riesgo y en la nueva raza empresarial de capitalistas arriesgados. No obstante, los bancos comerciales han desempeñado también un papel fundamental en los créditos a empresas no tradicionales. En el caso de la famosa experiencia de Nueva Inglaterra, el papel de los bancos comerciales en la financiación de la segunda etapa y en recuperación de paquetes de acciones ha sido absolutamente vital.
El caso norteamericano ofrece tres aspectos originales de la forma en que una comunidad financiera actúa para promover la innovación y la capacidad empresarial:
1. La gran diversidad de servicios nuevos; los bancos personales han pasado de los seis servicios básicos al consumidor hace 10 años a más de 100 en la actualidad.
2. La capacidad de los bancos comerciales para tomar en sus manos el desarrollo de jóvenes empresas de alta tecnología, que crean muchos más puestos de trabajo proporcionalmente que las empresas maduras y las innovativas.
3. La contribución de recursos filantrópicos, en ocasiones respaldados por instituciones financieras, a las iniciativas locales de empleo y a la promoción de la capacidad empresarial, que representan globalmente en torno al 3% de los beneficios brutos de las grandes empresas.
El compromiso filantrópico y social con la sociedad, que ha sido una de las características históricas de las grandes empresas norteamericanas, ha enraizado en algunos países europeos, de manera especial en el Reino Unido. Por ejemplo, el National Westminster Bank se ha centrado en la creación de empleo y en la mejora de la capacidad empresarial prestando apoyo al Programa de Iniciativa de Empresas para Jóvenes mediante donaciones a utilizar como subvenciones a desempleados para permitirles establecerse por su cuenta.
La capacidad empresarial interna se vestá convirtiendo en un reto para cualquier gran organización que quiera mantenerse competitiva.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.