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Una clínica de Pamplona se niega a operar a una joven por tener anticuerpos del SIDA

El personal médico de la clínica privada San Miguel de Pamplona, perteneciente al Igualatorio Médico Quirúrgico de esta ciudad, sin concierto alguno con la Seguridad Social, se negó el pasado día 10 de marzo a intervenir quirúgicamente de una anexitis (quiste ovárico) a una joven toxicómana de 23 años atendida en la asociación El Patriarca, por ser portadora del virus del SIDA. El Gobierno de Navarra anunció ayer que ha abierto una investigación.

La joven, que responde a las iniciales M. F. P., abandonó ayer la capital navarra en dirección a su ciudad natal, Valencia, para intentar ser intervenida en algún centro sanitario de esta ciudad, rechazando así el posible ingreso en el servicio de urgencias del hospital de Navarra, centro para el que se le facilitó un volante en el que se especificaba su condición de portadora de anticuerpos del SIDA y la necesidad de un tratamiento quirúrgico a causa de un cuadro anexial bilateral.La dirección médica de la clínica señaló que el ginecólogo que debía intervenir a la joven, Juan José Araujo, "no encontró el clima adecuado en el personal de quirófano para intervenir a la joven, decidiendo remitirla a un centro de infecciosos, donde estaría más segura, mejor atendida y contaría con un ambiente más distendido".

Psicosis

Paolo Tamburri, director médico del centro, ha reconocido que "existe psicosis, a mi juicio injustificada, sobre el SIDA en esta clínica, y existió un movimiento histérico del personal de quirófano a última hora, con crispación y nerviosismo, en torno a esta paciente". Tamburri añadió que la dirección de la clínica podía haber obligado al personal de quirófano a realizar la intervención, "aunque si el clima no es propicio es mejor intervenir en otro lugar, porque lo que interesa es el bien de la paciente".

La joven M. F. P. ingresó hace tres años en la asociación El Patriarca por problemas de toxicomanía y para someterse a rehabilitación. En los últimos meses residía en el centro Torres Vedras, que esta asociación posee cerca de Lisboa (Portugal). La joven ha señalado que "no me encontraba bien y no Podía hacer uso de mi seguro de enfermedad, por eso vine a Pamplona, donde El Patriarca tiene su sede central en España y aquí vale mi seguro".

M. F. P. posee un seguro de enfermedad concertado con Sanitas, organismo que a su vez tiene un concierto de atención médica a sus asegurados en el Igualatorio Médico de Pamplona. En la capital navarra fue atendida por el ginecólogo Juan José Araujo, que le diagnosticó anexitis y preparó la intervención en la clínica San Miguel.

La joven había ingresado en este centro el día 27 de febrero, y tras varias pruebas se le diagnosticó también una neumonía. El centro conocía de antemano que la joven portaba anticuerpos VIH, causantes del SIDA, a pesar de lo cual fue ingresada, máxime cuando padecía fiebre", señaló M. F. P.

La joven ha relatado que el pasado día 10 se le comunicó que no la iban a operar y que debía marcharse a otro centro. Añadió que durante su estancia en esta clínica "estaba en una habitación aislada, no me tomaban la temperatura y me ponían el goteo de suero con guantes; incluso en dos ocasiones tuve que ponerme yo misma la aguja. Entraban en mi habitación con mascarilla y con batas, que luego tiraban en el servicio de la misma habitación".

Medidas exageradas

El director médico de la clínica ha calificado de "ridículas y exageradas" estas medidas de precaución del personal sanitario, señalando que "el problema no es punitivo hacia el personal, cuestión que en todo caso deberá decidir el consejo del centro, sino de información para hacer comprender al servicio sanitario que el SIDA es sólo una enfermedad más".

A pesar de habérsele facilitado un volante para otro hospital de la capital navarra, la joven, que abandonó por su propio pie la clínica San Miguel el pasado miércoles, no quiso correr el riesgo de verse nuevamente rechazada y decidió trasladarse a su ciudad natal, "donde sepa de antemano que me van a atender".

M. F. P. ha calificado de poco ética" la actitud del personal sanitario, mientras un portavoz de la asociación El Patriarca dijo que era la primera vez que se producía un caso como éste con una joven en tratamiento en su organización, aunque recordó que en Palma de Mallorca "tuvieron esposado a una cama del hospital durante 10 días a un joven que dio positivo".

La paciente M. F. P. se trasladó ayer a Valencia con su padre en un coche particular. En medios de la asociación El Patriarca de Valencia no quisieron revelar el nombre de la enferma ni el de su familia. Tampoco quisieron precisar el centro hospitalario en el que será atendida a partir de ahora.

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