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CATÁSTROFE EN EL MAR DEL NORTE

Acuerdo para reflotar el navío siniestrado

Townsend Thorensen, empresa británica propietaria del Herald of Free Enterprise, ha llegado un acuerdo para reflotar el barco con la compañía holandesa Smit-Tak y la belga Union de Remorquage et Sauvetage (URS), especialistas en este tipo de tareas. Los trabajos preliminares comenzaron ayer mismo en la sede de la compañía belga."El trabajo durará al menos 35 días y requiere la utilización de pontones flotantes especiales y de remolcadores", señaló el jefe de las operaciones de salvamento de la URS, Paul Goris, que no facilitó ninguna indicación sobre el coste del contrato.

La negociación del contrato, que se desarrolló fundamentalmente por teléfono entre Londres, Rotterdam, Amberes y Zeebrugge, se inició el pasado sábado a primera hora de la tarde. "Los británicos aceptaron ayer a mediodía", señaló la misma fuente. "Todo está arreglado y el contrato será firmado mañana lunes [por hoy] en Londres", añadió.

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Goris explicó que el reflotamiento será dificil. "No se puede tirar verticalmente del barco con eslingas pasadas por debajo porque se podrían cizallar las estructuras básicas", manifestó el técnico. "Habrá que utilizar una fuerza horizontal para hacerle girar con suavidad. Por eso, hacen falta pontones especiales con tornos manuales".

El transbordador se encuentra tumbado sobre su flanco izquierdo, sin duda con varias decenas de cadáveres en su interior, a la orilla del paso Van Zand, una brecha en el gran banco de arena de Wielingen que cierra la parte sur del Escalda y se extiende a lo largo de una parte de la costa belga.

Una operación conjunta

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Los pontones especiales y las máquinas flotantes pesadas serán transportadas por la Smit Tak, con sede en Rotterdam, y que es una de las mayores compañías de salvamento del mundo. URS, que posee unos 50 remolcadores de todos los tamaños y equipos de submarinistas, se encargará sobre todo del despacho de los materiales.

La naviera no ha encontrado motivos para retirar del sevicio a otros dos barcos idénticos al siniestrado, aunque un portavoz dijo que el desastre se produjo después de que entrara agua a través de las puertas abatibles.

Sin embargo, Townsend Thoresend ha sometido a toda su flota de transbordadores a una revisión exhaustiva, según informó ayer un representante de la empresa. Según esta fuente, se hizo especial hincapié en revisar los sistemas de seguridad de las compuertas de las bodegas que albergan los vehículos y que se apuntan como posible causa del accidente.

La dirección del astillero alemán occidental de Bremerhaven, Schichau Unterweser Ag, constructor del transbordador siniestrado, difundió ayer un comunicado en el que lamentaba el accidente y recordaba que las tres naves hermanas salidas de sus muelles han realizado su servicio durante siete años consecutivos "sin novedades especiales".

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