Manuel de la Concha manifiesta a López de Letona su interés por comprar el Banco Trelles

Manuel de la Concha, ex síndico de la Bolsa de Madrid y socio del banco de inversiones (Investcorp), ha presentado una carta de intenciones a José María López de Letona, vicepresidente-consejero delegado del Banesto, para la compra del Banco Trelles, perteneciente al Banco Español de Crédito. La operación ha sido discutida al me nos en una ocasión en la comisión ejecutiva del Banesto, que ante la polémica generada por la posible venta de uno de los bancos del grupo, todavía no ha decidido qué hacer. El Trelles es una pequeñísimas con presencia exclusiva en la comunidad asturiana.

Manuel de la Concha presentó hace escasos días a José María López de Letona, primer ejecutivo de Banesto, una carta explicando su intención de comprar el Banco Trelles. El ex síndico de la Bolsa de Madrid habló con el hombre fuerte del banco en nombre de Investcorp, un banco de inversiones que comparte como socio con Jaime Soto, antiguo conscejero delegado del Banco Hispano Americano -en la era Albert-, entre otros. Un portavoz de Investcorp manifestó ayer desconocer esta operación finciera; sin embargo, otras fuentes del sector y del propio Banesto confirmaron la presentación de la carta de intenciones. De la Concha se encontraba ayer en Buenos Aires.

Comisión ejecutiva

La pretensión de comprar el Banco Trelles fue discutida, grosso modo, por la comisión ejecutiva del Banesto hace pocas jornadas, sin que se llegase a tomar una opción de venta ante la polémica generada. Además, para que el banco tome una decisión definitiva habrá que hacer muchos números y, sobre todo, conocer en detalle la oferta del grupo liderado por De la Concha y la composición exacta de tal grupo. El Banco Trelles es una entidad pequeña con una única oficina radicada en Asturias, cuyos recursos propios no llegan aa los 150 millones de pesetas -84 millones de capital y 62- de reservas-, la inversión estaba situada en 334 millones es de pesetas a finales de 1986 v contaba con unos depósitos de clientes de 2.485 millones de pesetas.La mayor parte de la actividad de este banco se centra en el mercado interbancario en el que tenía colocados, a finales de diciembre, más de 1.122 millones le pesetas. En el pasado ejercicio el Banco Trelles no obtuvo beneficios, según los datos facilitados al Consejo Superior Bancario.

La operación de compra de la totalidad del capital de este banco local, en poder de! Banesto, se entronca en la decisión, rnanifestada reiteradamente por José María López de Letona, de concentrar la actividad del grupo en pocas marcas y, desprenderse de las participaciones en instituciones financieras que no añadan nada sustancial al negocio del grupo. Además, la enajenación del Trelles aportaría plusvalías atípicas adicionales al Banesto en un ejercicio muy necesitado de ellas, como consecuencia del voiurnen de quebrantos denunciados recientemente en la junta general de accionistas de la entidad. López de Lelona opina que es preciso que el grupo Banesto desinvierta en todo lo accesorio, sin poner a la venta ninguno de los buques insignias (sociedades de cabecera) del mismo.

Vender fichas bancarias

Fuentes del Banco de España afirmaron ayer desconocer la existencia de negociaciones, lo que ha sorprendido en medios del sector dado el compromiso adquirido por los presidentes de los grandes bancos nacionales de mantener informada a la autoridad monetaria de cualquier negociación que pudiera tener lugar para vender una ficha bancaria a grupos de inversores nacionales.Los grandes bancos, que mantienen -como consecuencia de la concentración origina da por la crisis financiera, que afectó a 51 bancos- dentro de sus grupos la mayor parte de las fichas de entidades financieras, adquirieron el pasado 22 de enero el compromiso de no vender ninguna de estas fichas a grupos financieros extranjeros, dado que en el plazo de cinco años habrá libertad de instalación, y que cualquier conversación que se mantuviera con inversores españoles se transmitiría a la autoridad monetaria como mecanismo para tratar de impedir que adquirieran fichas bancarias personas o grupos de dudosa solvencia.