Pequeños y medianos empresarios del metal crean una nueva patronal al margen de Confemetal

Unas 40 asociaciones de la pequeña y mediana empresa del metal se constituyeron ayer en confederación empresarial, cuestionando la representatividad de Confemetal, la patronal encuadrada en la CEOE. Los promotores de la nueva asociación empresarial, que dicen representar a empresas que dan trabajo a 300.000 trabajadores, se oponen al convenio general del sector. La posibilidad de este acuerdo no ha hecho sino sacar a la luz el viejo debate de la representación empresarial y los mecanismos que la miden.

El rechazo a Confemetal, expresado a través de la creación de una confederación paralela, ha tenido su origen en un posible convenio general del metal. El convenio que seguramente será suscrito hoy entre UGT y Confemetal, recoge una subida salarial del 6% -con congelación de antigüedad en el segundo año- y quiere servir, entre otras cosas, para sustituir las viejas ordenanzas laborales, establecer un salario mínimo de sector -750.000 pesetas al año- reducir la jornada y aglutinar en ocho grupos las más de 100 categorías existentes.José Gómez Otero, de la asociación provincial de Cantabria, y José Dávila, de Pontevedra, portavoces de la Confederación Nacional del Metal de la Pequeña y Mediana Empresa, creada ayer, explicaron que la reducción de jornada "que para la gran empresa es simbólica, supone para nosotros un sobrecoste enorme, y lo mismo ocurre con el salario mínimo o con aumentar la representatividad sindical".

Las pequeñas empresas prefieren negociar con la única referencia del convenio provincial, adaptando sus necesidades al acuerdo. La movilidad funcional, dicen algunas fuentes, "no tiene sentido en empresas casi familiares o talleres en las que ésta se produce espontáneamente". Para estas empresas, un acuerdo estatal en un sector tan disperso, "encorseta la negociación".

Según datos de la nueva confederación al menos cuatro asociaciones provinciales han presentado ya su baja ante Confemetal (Lugo, Lérida, La Rioja y Huesca), y otras más han amenzado con abandonar la patronal si se llega a suscribir el convenio. Navarra es una de ellas, junto con Segovia. Otras agrupaciones provinciales han mostrado públicamente su rechazo al convenio general: Cuenca, Badajoz, Ca9tellón, Valencia, Málaga. La Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (ANFAC) que incluye las grandes empresas automovilísticas han mostrado su total oposición al proyecto de convenio.

La representatividad

Son datos desmentidos por Confemetal que asegura que Lérida, Huesca y Segovia continúan en esta agrupación, y que este movimiento escisionista sólo está apoyado por empresas que no superan los 17.000 trabajadorres en nómina. ANFAC, por ejemplo, dicen estas fuentes, nunca estuvo en Confemetal, aunque no niegan que rechace el convenio. En conjunto, la nueva confederación habla de empresas que engloban a 300.000 trabajadores y exigen que se reconozca su legitimidad para negociar un convenio de este tipo.Se trata de la primera vez que se pone en cuestión desde dentro la representatividad de las organizaciones de cúpula, como Confemetal, aunque siempre hayan sido conocidas las rencillas entre las grandes y las pequeñas empresas. Pero, sobre todo, se está poniendo en discusión la representatividad y la forma de medirla. La legislación es bastante confusa en este sentido. Establece que para negociar un convenio de ámbito estatal es necesario que las asociaciones empresariales tengan el 10% de las empresas y de los trabajadores afectados. Pero no dice cómo se mide.

Fuentes de Trabajo señalaron ayer que "normalmente se acepta como buena la representatividad de una organización cuando no es cuestionada por otra y siguiendo la costumbre de anteriores acuerdos". A los sindicatos sí se les exige para reconocerles esta representatividad que hayan concurrido a unas elecciones y obtenido en el 10% como mínimo de los delegados.

José María Cuevas, presidente de la CEOE decía ayer que "el convenio de Confemetal es muy complejo y amplio y es bueno firmarlo sin que ello suponga perjuicio para la negociación y la existencia de los convenios provinciales. No voy a decir si es buen o no una firma en el metal con el incremento del 6%, pero ya he dicho públicamente que para conseguir un acuerdo interconfederal con UGT planteamos una banda. salarial del 4%-6%.

Carlos Pérez de Bricio, aseguró que las pequeñas empresas no "salían mal paradas". Y sobre si la nueva confederación sería representativa, se limitó a decir que de momento en la dirección de Confemetal están representadas las provincias más importantes del metal. "Si siguen ahí, Confemetal seguirIi siendo la representativa".

Pérez de Bricio mostró su convencimiento de que era buena la existencia de un acuerdo marco sectorial, sobre todo si no hay acuerdo interconfederal porque es una forma de continuar el diálogo entre los sindicatos y la patronal. Si además con él se logra sustituir las ordenanzas, mejor. El problema surge cuando forman parte de la negociación temas polémicos como el incremento salarial.