La siderurgia comunitaria ha recibido 7,7 billones de pesetas en ayudas oficiales para la reconversión del sector

Las empresas siderúrgicas de los países integrados en la Comunidad Europea del Carbón y del Acero (CECA) -excluidas las de España y Portugal- han recibido conjuntamente 7,697 billones de pesetas de ayudas oficiales para la reconversión entre 1975 y 1985, según datos de la Comisión Europea.La proporción entre ayudas y cierre de capacidad instalada es superior a la que corresponde a los planes de reconversión siderúrgica realizados en España. El baremo comunitario significaría que la reconversión siderúrgica española debería contar con una ayuda del Estado de más de un billón de pesetas, cifra superior a la de los planes de reconversión en marcha o proyectados como reajuste.

Los países de la CE a diez iniciaron sus planes de reconversión siderúrgica en 1975. El grueso de las subvenciones se produjo (véase cuadro) entre 1980 y 1985, con un montante total de seis billones de pesetas. El fin de las ayudas oficiales decidido por la Comisión Europea -ahora sólo se permiten las destinadas al cierre de instalaciones y los costes sociales derivados de ello produjo que la mayor parte de las subvenciones se concentrara en la segunda mitad de 1985. Las empresas siderúrgicas que más ayudas recibieron fueron las italianas con un 30% del total, las británicas con un 25% y las francesas con algo más del 20%.

Reducción de capacidad

Entre 1980 y 1985 las siderúrgicas de los diez países de la CE asumieron compromisos de reducir su capacidad instalada de producción en 30 millones de toneladas, una cifra muy inferior a los 50 millones de toneladas proyectados inicialmente. La ayuda media por tonelada de capacidad reducida asciende a 200.000 pesetas, aunque en Italia ha llegado a ser de 285.000 pesetas y en Francia de 246.000 pesetas.

Fuentes del sector siderúrgico español han calificado tanto el montante de estas ayudas como el período de adaptación como mucho más favorables que las condiciones exigidas a nuestro país. España se integrará plenamente a la CECA en enero de 1989, fecha en la que las subvenciones oficiales quedarán prohibidas.

Para ello, al margen de las ayudas concedidas en los planes de reconversión de 1984, la Comunidad ha autorizado nuevas ayudas estatales por valor de casi 230.000 millones de pesetas para la siderurgia integral y los aceros especiales. Las empresas de acero común contarán con un marco de ayudas para el cierre de capacidad y el ajuste laboral, aún por decidir. España, a cambio, tendrá que reducir su capacidad de producción de acero en más de los tres millones de toneladas asumidos en el Tratado de Adhesión a la CE.

El pasado año se produjo una invasión de acero comunitario en nuestro país a precios más bajos que los del mercado. Como consecuencia de ello, el Gobierno solicitó la cláusula de salvaguardia que impone límites a la importación de algunos productos. Paralelamente, nuestro país ha pedido que el contingente de exportación de acero al resto de la CE, fijado en 850.000 toneladas anuales, sea elevado este año a un millón de toneladas, aunque la Comisión no ha dado respuesta y parece que quiere condicionar esta petición a una mayor reducción de capacidad instalada.