Operaciones contables reducen a 117.124 millones los beneficios de las cajas en 1986

Nuevas operaciones contables han reducido los beneficios inicialmente declarados en 1986 por las 77 cajas de ahorro, que ascendieron a 117.124 millones de pesetas, con aumento de un 7% sobre 1985. Este incremento, escaso frente al 44% registrado en los nueve primeros meses, se ha debido a las fuertes dotaciones para pensiones, que alcanzaron los 104.088 millones, y de la continuidad en la política de previsión de insolvencias.

Después de que La Caixa anunciara el destino de 26.000 millones de pesetas para terminar de dotar el fondo de pensiones de sus empleados pasivos y activos, la Caixa de Cataluña ha seguido el mismo ejemplo. La primera no sólo ha destinado para ello los 13.046 millones de pesetas que iba a declarar de beneficios -un 30,5% más que el año anterior-, sino que ha presentado su cuenta de resultados con un déficit de 13.338 millones de pesetas a cubrir con reservas. Igualmente, la Caixa de Cataluña, cuyos beneficios iban a aumentar un 43,3%, ha destinado sus 5.466 de excedente potencial, más otros 606 millones que aparecen como resultados negativos de 1986.De esta forma, sólo entre las dos primeras cajas catalanas destinarán a pensiones 42.214 millones de pesetas de los recursos que han generado en 1986. Como para ello han sido insuficientes sus beneficios potenciales, entre ellas han contabilizado unas pérdidas (saldo deudor en la cuenta de resultados) por 14.144 millones de pesetas. Ambos déficit han mermado los 131.268 millones de pesetas declarados como beneficios por las otras 75 cajas españolas, un 18,6% más que en 1986. Así, el aumento de los excedentes para las cajas de ahorro queda en 117.124 millones.

El dinero destinado a pensiones para el personal ha sido la partida de la cuenta de resultados que más ha crecido en las cajas, exactamente de 34.053 a 104.088 millones de pesetas. Las normas del Banco de España obligan a las entidades de crédito a tener los fondos de pensiones suficientemente provistos como para atender todos sus compromisos: el 31 de diciembre deberán haber completado el capital necesario para pagar de por vida a todos los jubilados, y en enero de 1993 el conjunto de los fondos capitalizados debe garantizar las pensiones de todos los trabajadores en activo. Lo mismo que La Caixa y la de Cataluña han terminado de cumplir de golpe una exigencia que vencía dentro de seis años, otras cajas han cubierto ya la primera fase y también han empezado a anticiparse a los plazos de la segunda.

Pese a la distorsión que introducen éstas y otras operaciones al comparar las cuentas de resultados, las cajas han contabilizado 218.961 millones de pesetas de recursos autogenerados o cash-flow (beneficios más amortizaciones), con aumento del 28,41% respecto al año anterior. Además de que ha crecido su volumen de negocio el rendimiento medio de su inversión ha sido del 8,34%, mientras que el coste promedio de sus depósitos ha quedado en el 7,24%.

De los recursos autogenerados, las cajas han detraído también 108.605 millones para insolvencias, 35.350 para amortización y saneamiento de inmovilizado, y cerca de 9.000 millones para fondos de fluctuación. Sin embargo, han recuperado 87.473 millones de pesetas, fundamentalmente de créditos que habían declarado insolventes y habían provisto en años anteriores.