El pacto de coalición en Euskadi prevé relaciones institucionales con Navarra
El pacto de coalición entre nacionalistas y socialistas en Euskadi pone punto final a un prolongado período de incomunicación y enfrentamiento entre ambas fuerzas, abierto en 1979 con la ruptura del frente autonómico. Desde entonces, la tónica de las relaciones entre ambas fuerzas ha sido la confrontación, iniciada con las acusaciones dirigidas al Partido Socialista de Euskadi (PSE-PSOE) por haber olvidado su compromiso sobre la participación de Navarra en la comunidad autónoma vasca. El acuerdo suscrito el lunes contempla el desarrollo de acuerdos con Navarra.
Aunque los dos partidos no darán a conocer el programa conjunto de gobierno hasta que el candidato común, José Antonio Ardanza, exponga sus líneas maestras ante el Parlamento vasco, en la sesión de mañana, fuentes próximas a las delegaciones negociadoras han señalado que se incluye un apartado sobre relaciones institucionales con la comunidad de Navarra.Esta referencia iría en la línea que han defendido los socialistas vascos durante los últimos años, que abarca el establecimiento de acuerdos sobre temas de interés común, como política cultural y promoción y enseñanza del euskera, entre otros. La institucionalización de las relaciones podría desembocar, a medio plazo, en un organismo de coordinación estable, en el marco de las previsiones constitucionales.
Este proyecto, que fue expuesto a Carlos Garaikoetxea cuando ocupaba la presidencia del Gobierno autónomo por el secretario general de los socialistas vascos, José María Benegas, nunca había sido aceptado por el Partido Nacionalista Vasco (PNV), que mantenía íntegra su posición inicial sobre la necesidad de incorporar Navarra a la comunidad vasca. Las referencias a Navarra en el programa común de gobierno ya han provocado la reacción de Unión del Pueblo Navarro, partido conservador regional, para el cual Navarra "ha sido nuevamente utilizada como moneda de cambio" por los socialistas para conseguir el pacto en el País Vasco. Dirigentes socialistas de la comunidad foral salieron ayer al paso de estas acusaciones y manifestaron su confianza plena en que el acuerdo PSE-PNV ha respetado las competencias propias y la autonomía del Gobierno de Pamplona.
Tanto Xabier Arzalluz, presidente del PNV, como Txiki Benegas, secretario general del PSE-PSOE, se mostraban convencidos de la importancia del reencuentro entre ambas formaciones tras haber estampado su firma al pie del acuerdo el lunes por la noche, minutos después de las 11, bajo la atenta mirada de Ardanza.
Compromiso histórico
"Es un compromiso histórico", afirmaba un Benegas pletórico. Arzalluz, satisfecho, pero tenso, hablaba de "una buena noticia para Euskadi" y de un ejemplo que pueden seguir otras instituciones y la propia sociedad vasca, anuncio inequívoco de que el buen entendimiento tendrá consecuencias en ayuntamientos y diputaciones tras las elecciones del próximo mes de junio.La colaboración entre ambos partidos comenzó de inmediato. Benegas, más pendiente de los periodistas, advirtió en voz baja a Arzalluz que no firmara hasta que llegaran las cámaras de televisión para que su gesto quedara registrado. El comunicado conjunto difundido unos minutos antes, en el que se anunciaba la conclusión del pacto, destaca la voluntad de ambas partes de conseguir una mayor integración social en el País Vasco y facilitar la comunicación y la aproximación entre los sectores sociales que nacionalistas y socialistas representan.
Las reacciones ante el pacto han sido diversas entre los partidos vascos. El líder de Eusko Alkartasuna, Carlos Garaikoetxea, declaró a Efe: "La sospecha sobre el apego al poder por el poder, de existir, recaería ahora sobre quienes quisieron acusarnos en su día de tal afición". Por su parte Jon Idígoras, dirigente de Herri Batasuna, comentó: "Después de este proceso vergonzoso de más de 80 días, ciertamente no causa ninguna sorpresa este final de maridaje entre el PNV y el PSOE". A su vez los partidos minoritarios en el Parlamento vasco, Alianza Popular y Centro Democrático y Social, han mostrado su satisfacción por el acuerdo entre los socialistas y el PNV.
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