Juicio contra cuatro policías por supuestos malos tratos

El fiscal pidió ayer cinco meses de arresto y siete años de inhabilitación para los policías Próspero Jesús González, Rafael Navarro, Ricardo Sánchez Fernández y Jesús Castaño por un supuesto delito de malos tratos en el interrogatorio de Isabel Llaquet Baldellou, presunta miembro de los GRAPO. Dos de los procesados estuvieron acusados, aunque no llegaron a ser procesados, en la causa por supuestas torturas al etarra José Arregui, que falleció.Isabel Llaquet fue detenida el primero de octubre de 1980 en una vivienda de Barcelona por miembros de la Brigada Regional de Información de Madrid desplazados con motivo de una investigación sobre los GRAPO.

Según el relato del ministerio fiscal, cuando la detenida fue trasladada a las dependencias de la Jefatura Superior de Policía de Barcelona fue sometida a malos tratos por parte de los inspectores que procedieron a su interrogatorio. El fiscal señaló la participación activa únicamente de dos de ellos: Rafael Navarro y Jesús Castaño. La detenida resultó con diversos hematomas localizados en la parte interior de los muslos, en los brazos y en la planta de los pies. Por estos hechos, el fiscal pidió cinco meses de arresto y siete años de inhabilitación.

Los procesados negaron en el juicio, celebrado en la Sección Cuarta de lo Penal de la Audiencia de Barcelona, las acusaciones y tampoco admitieron haber interrogado a la detenida. Sólo uno de ellos, Jesús Castaño, reconoció que practicó la detención, pero afirmó que se limitó a entregarla en la Jefatura Superior.

Según la versión sostenida por los cuatro inspectores de policía, en la madrugada del 2 de octubre se dirigieron a la Jefatura de Policía de Barcalona y fue al entrar en estas dependencias cuando vieron a la denunciante en una camilla. De acuerdo con sus manifestaciones, en aquel momento les informaron de que Isabel Llaquet había saltado por una ventana de una de las oficinas y se había lesionado. Respecto a este punto, en la documentación que consta en el sumario se especifica que la detenida cayó en un patio interior, cerca del bar y donde había cascos de botellas.

La acusación particular, ejercida por el letrado Marc Palmés en nombre de Isabel Llaquet, subrayó en el juicio que si bien los informes médicos no coincidían en enumerar todas las lesiones, ninguno de ellos hacía referencia a heridas cortantes, "tal como cabe suponer si se cae encima de cascos de botella".

El letrado hizo referencia también a un informe de un comisario de Madrid en el que se explicaba cómo y qué inspectores de policía intervinieron en el servicio para detener a miembros de los GRAPO, entre ellos la denunciante. En relación con esta documentación, Palmés sostuvo que los procesados no podían negar haber interrogado a Isabel Llaquet puesto que suponía una contradicción con el informe.