"Mi mundo es la casa", dice Manuel Canovas

Manuel Canovas está en Madrid por un homenaje que recibió el pasado día 12 en los salones de exposición de Casa y Jardín. Al mismo tiempo, en el Museo de la Moda de París, y hasta finales de mes, una amplia muestra retrospectiva exhibe las telas de este creador singular que por encima de modas y modos pasajeros se ha impuesto desde hace 25 años en el mercado internacional de la alta decoración a fuerza de rigor y buen gusto.

En el showroom todos los muebles están cubiertos de lienzo blanco, y sólo destacan, como tapices, algunos casi como pinturas, grandes extensiones de las telas de Canovas. Es el primer creador de tejidos que entra en un museo francés.Manuel Canovas es 50% castellano: "Mi padre se fue a París en 1920. Mis hijos se llaman Álvaro, Belén y Leonor, siempre nombres españoles, pues me siento muy español. Desde hace 17 años colaboro con esta casa. Ellos fabrican en España mis diseños con los mismos dibujos que en Francia, pero mucho más baratos. La calidad aquí es muy buena".

Los motivos florales se imponen. Donde quiera que uno mira encuentra variantes: "Las flores me resultan decorativas. Primero me incliné a la botánica. A los 20 años me fui a México y me interesé por las orquídeas y las plantas exóticas. He dibujado muchísimas flores en mi vida. Para hacerlas sobre tela hay que conocerlas bien. Cada flor tiene su propia organización, su arquitectura".

Se habla de que hay un estilo Canovas: "A mí no me gusta tener un estilo. Me gustaría tener suficiente talento para tener muchos estilos. Es muy importante para mí la coloración, y creo que es por esto por lo que soy conocido. Eso es el estilo". Canovas circula fuera de las modas: "No me gusta la moda del año. En la casa uno debe pasar mucho tiempo, y debe ser racional; que no pase que después de dos años ya no se pueda ver. El clasicismo me gusta mucho, y clasicismo no quiere decir el gusto por el pasado, sino por las cosas sencillas y de óptima calidad". Canovas es un creador de elite: "La palabra lujo es a veces mal interpretada. Lujo es ante todo calidad, perfección y amor por lo que se hace. Ahora se tiende a identificar lujo con lo que cuesta mucho. Yo me siento orgulloso de hacer telas de lujo, pero en el sentido que decía anteriormente". En su obra se sienten influencias muy variadas: "Japón me ha influenciado muchísimo. Empecé con la India y los tejidos populares de EE UU. Ahora tengo una influencia muy fuerte del siglo XVIII, pero esto en mí cambia".

Canovas suele trabajar sobre fondo textiles muy simples: "Prefiero los tejidos sencillos. Mientras más sencillos, mejor. La tela de algodón, sin nada ficticio. No me gustan las complicadas, donde hay efectos raros. El dibujo y los colores ganan sobre un tejido normal".

Canovas siempre se ha relacionado estrechamente con la parte técnica del trabajo: "Se debe conocer muy bien la mecánica de realización de los estampados. Los diseños, para que resulten, deben estar dibujados al milímetro. Tengo un estudio donde trabajo con tres ayudantes. Empiezo y termino yo mismo los diseños. Trabajamos en conjunto, pero para las ideas soy muy tirano. Yo digo siempre el qué y el cómo. Mi concepción debe imperar". Canovas ha extendido su campo creador: "He diseñado alfombras, sábanas, toallas y hasta una vajilla. Cosas siempre alrededor de la casa. Mi mundo es la casa, y me interesa mucho todo su interior. En la muestra de París volví a ver dibujos de hace 25 años. Uno de ellos se sigue produciendo y vendiendo estupendamente".