Los musulmanes dan un plazo de tres días al fiscal del estado para que sean liberados los detenidos
La asamblea del colectivo musulmán de Melilla celebrada ayer aprobó dar un plazo de tres días al fiscal general del Estado para que retire los cargos contra los nueve musulmanes inculpados de sedición, que permanecen presos tras los incidentes del pasado fin de semana. La decisión del juez de trasladar a la cárcel de Almería a los nueve detenidos exasperó los ánimos de los integrantes del colectivo y dio pie a que se extendieran las posturas radicalizadas. Los radicales encontraron en la asamblea muestras de apoyo por parte de los asistentes que en casos anteriores no se habían producido.
Cerca de un millar de personas se apiñó a mediodía de ayer en los 300 metros cuadrados del patio de la mezquita central de Melilla. La mayoría había dejado cerrados sus comercios por segundo día consecutivo, siguiendo la convocatoria del Comité Coordinador del Pueblo Marroquí de Melilla, que agrupa a las principales organizaciones de musulmanes de la ciudad. Los 800 comercios de personas de ese colectivo son minoritarios en un gremio formado en total por unos 4.000 establecimientos, pero los musulmanes domínan algunos sectores concretos, como el de frutas y hortalizas, que apenas se han vendido durante estos dos días.Los presentes en la asamblea recibieron con aplausos unánimes a Sid Driss Abdelkader, el único dirigente musulmán que se mueve actualmente con cierta libertad. El líder del colectivo, Aomar Mohamedi Dudú, se exilió la pasada semana en la localidad marroquí de Nador; Halifa Mohamed, el secretario general de la organización, Terra Omnium, ha pasado a la clandestinidad; y los demás representantes de importancia están presos en Almería. La unanimidad que recibió Sid Driss fue rompiéndose durante la asamblea. Los asistentes esperaban noticias sobre la reunión mantenida en la noche del día anterior por representantes musulmanes -entre ellos, el propio Sid Driss- y el delegado del Gobierno, Manuel Céspedes.
Los musulmanes apretujados en la mezquita aguardaban alguna palabra de esperanza, pero Sid Driss sólo pudo decirles que los presos habían llegado esa mañana a la prisión de Almería -donde han sido trasladados al estar repleta la de Melilla- y que Céspedes se había comprometido a "gestionar" que los familiares de los heridos en los incidentes del fin de semana pudieran visitarles en los hospitales.
Dos tendencias
A partir de ese momento se evidenciaron dos tendencias entre los reunidos: los moderados, que dominaban el micrófono y la palabra, y los radicales, que gritaban frases respaldadas y coreadas por cientos de personas. Sid Driss, español de nacionalidad, una autoridad religiosa equivalente a un obispo para los católicos, que había sido detenido sin orden judicial en su domicilio a las dos de la madrugada del domingo y que permaneció 12 horas en pie en comisaría -según su propio testimonio-, abogó por las vías pacíficas.
Los radicales comenzaron gritándole que hablase en cherja (el dialecto de los musulmanes melillenses) y no en castellano. Él continuó en español, intercalando algunas frases en su dialecto. Explicó que había conversado con el juez esa mañana y que el titular del juzgado, José María Treviño, de 65 años, le había dicho: "estoy en manos del fiscal". Al exponer que los familiares de los presos podrían visitarles en Almería, los grupos radicales comenzaron a corear: "¡Mentira, mentira!", seguidos de vítores unánimes a Dudú. "Les he dicho que estamos dispuestos a rriorir todos", levantó el tono de sus palabras Sid Driss; y el "sí" de los congregados se oyó espontáneo y unísono. Las interrupciones se sucedieron durante los cerca de 40 minutos en que Sid Driss tuvo el uso de la palabra.
Le siguió ante el micrófono Mohamed Aomar, el Barullo, de 26 años, uno de los seguidores de la línea de Dudú, quien propuso el plazo de tres días para que el fiscal general del Estado, Javier Moscoso, intervenga con el fin de lograr la liberación de los nueve presos. La asamblea aprobó la propuesta por aclamación.
A las dos menos cuarto la asamblea se interrumpió porque correspondía efectuar las oraciones de la religión musulmana.
Por otra parte, los nueve musulmanes trasladados a la cárcel de Almería, llegaron minutos antes de las nueve de la mañana de ayer a la prisión provincial de procedentes del puerto de esta capital, donde desembarcaron en medio de fuertes medidas de seguridad, informa Antonio Torres.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma
Archivado En
- Manuel Cespedes
- Melilla
- Criminología
- Sid Driss Abdelkader
- Comisarías
- Magistratura
- Orden público
- Marruecos
- Fiscalía General Estado
- Almería
- Conflictos diplomáticos
- Cargas policiales
- Provincia Almería
- Seguridad ciudadana
- Acción policial
- Minorías étnicas
- Magreb
- Prisiones
- Relaciones internacionales
- Fiscalía
- Poder judicial
- África
- Andalucía
- Política exterior
- Centros penitenciarios