La presidenta Corazón Aquino reitera que se aplicará la ley contra los militares y civiles rebeldes

Corazón Aquino, presidenta de Filipinas, participó ayer en Manila en el último acto multitudinario a favor del sí a la nueva Constitución filipina, que será sometida a referéndum mañana. Aquino dijo: "Aplicaremos la ley contra los rebeldes militares o civiles", mientras algunos periódicos de la tarde se hacían eco de un "inhabitual" movimiento de fuerzas militares en algunas áreas del país. Un comunicado militar informó también de la muerte de dos personas y 12 heridos al abrir fuego las fuerzas armadas contra los participantes en una manifestación en la localidad de Mariveles, a unos 80 kilómetros de Manila.

"Estamos con vosotros, no me da ningún pánico ni la derecha ni la izquierda", dijo Cory Aquino ante varias decenas de miles de seguidores concentrados en la tarde de ayer en el Luneta Park, frente a la bahía de Manila, el mismo lugar donde hace un año, durante su campaña para las elecciones presidenciales frente al dictador Ferdinand Marcos, Cory logró concentrar a un millón de seguidores.Aquino recordó que tanto el ministro de Defensa, Rafael lleto, como el jefe del Alto Estado Mayor del Ejército filipino, general Fidel Ramos, seguían las instrucciones presidenciales, destinadas a investigar y ordenar los consiguientes juicios contra los militares o civiles implicados en el último intento de golpe militar, iniciado en Manlia en la madrugada del pasado martes y que concluyó en la tarde del jueves.

Vestida de nuevo con colores amarillos, como en los mejores tiempos de su campaña electoral para la presidencia, la carismática y populista Cory Aquino fue aclamada al precisar que "se acabó la magnanimidad contra los enemigos de la democracia, como hicimos en el intento golpista del Manila Hotel", dijo, en referencia al primer intento de golpe militar, perpetrado por los leales a Marcos el 6 y el 7 de julio pasado.

Tras pedir el sí para la aprobación de la nueva Constitución -cuyos sondeos oficiales dan un índice del 65% al 75% de votos a favor-, la presidenta Cory Aquino concluyó diciendo: "Todos juntos lograremos convertir Filipinas en uno de los mejores países del mundo".

Mientras se desarrollaba este acto, un comunicado militar anunció que el jefe de las fuerzas armadas filipinas, el general Fidel Ramos, ordenó ayer una operación de rastreo en una finca situada en las proximidades de la localidad de Montalbán, a unos 37 kilómetros al norte de Manila, donde se hallaban concentrados unos 200 soldados leales al ex dictador Ferdinand Marcos.

El comunicado afirma que los soldados -que días atrás intentaron tomar el Canal 7 de televisión durante la última intentona golpista- lograron huir, con excepción de cinco de ellos. La finca que ha sido escenario de los hechos era utilizada como campo de entrenamiento para militares leales a Marcos. Según afirma el texto, estos terrenos son propiedad, de Gregorio Araneta, marido de Irene Marcos, la hija menor del ex dictador. Ambos, al igual que Marcos, huyeron del país el febrero del pasado año.

Las noticias sobre la operación coincidieron ayer con los rumores referentes a un movimiento inhabitual de tropas al norte de la capital y de enfrentamientos en Campo Villamor, el cuartel general! del ejército del aire.

Ferdinand Marcos, por su parte, hizo ayer en Hawai un llamamiento a las fuerzas armadas para que se unan y "apoyen la República y la Constitución" vigentes en Filipinas antes de la llegada al poder de Corazón Aquino.

Fuentes militares informaron también que dos personas resultaron muertas y 12 heridas al disparar los soldados contra los participantes en una protesta por los resultados de la represión de la manifestación de campesinos realizada por las fuerzas armadas el pasado día 22. Según un balance oficial, 15 personas murieron por los disparos de los soldados Y la policía.