El Gobierno español no devaluará para recuperar la competitividad

ENVIADO ESPECIAL

El Gobierno español no se plantea acudir a políticas de devaluación competitiva de la peseta para recuperar el terreno perdido por sus exportaciones en 1986, aseguró ayer el ministro español de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga, en el curso de su intervención en el simposio que anualmente organiza en Davos (Suiza) el foro económico internacional.

Ante casi un centenar de empresarios; españoles y extranjeros, Carlos Solchaga descartó la adopción de medidas defensivas frente al aluvión de productos importados de la CE en España, "porque eso sería una trampa, en el ambiente de libre competencia que debe regir en un mercado integrado como la CE". Esa devaluación no estaría justificada, dada la favorable posición de la balanza de pagos española y a pesar de que, en opinión del ministro, "el dólar ha bajado muy deprisa y en mi opinión se encuentra subvalorado".

Frente a la alternativa de la devaluación, el ministro, que estaba acorripañado por el secretario de Estado de Economía, Guillermo de la Dehesa, aludió al lanzamiento del plan de fomento a la exportación, cuyos dos puntos básicos giran en torno a la reestructuración de los sistemas de financiación de la exportación y el:relanzamiento de las pequeñas empresas exportadoras.

La primera medida concreta de dicho plan, la creación del Consejo Asesor de la Exportación, verá la luz por decreto tras el Consejo de Ministros del próximo día 13 de febrero. Ese consejo, en el que la presencia de la Administración será mínima, concretará las medidas a adoptar para que puedan entrar en funcionamiento a primeros de marzo.

Buenos resultados

Carlos Solchaga pasó revista a los buenos resultados alcanzados por la economía española en 1986, a pesar de la incógnita que la entrada en la CE suponía a la altura del 1 de enero del año pasado. Para Solchaga, es especialmente significativa la reducción del déficit público al 4,5% del PIB lograda en 1986."El año se ha saldado con buenos resultados, aunque España debe proseguir en sus esfuerzos por mejorar su competitividad internacional", aseguró Solchaga.

El ministro de Economía y Hacienda aludió al extraordinario comportamiento de la inversión extranjera en España durante 1986, con tasas de crecimiento del 200%, en las entradas brutas de capital extranjero sobre 1985. Los cosl'es del trabajo, relativamente bajos, y la existencia de una mario de obra cualificada, justificari el atractivo que para el inversor extranjero tiene una econornía que, en opinión de Carlos Solchaga, "va a representar en Europa occidental uno de los mayores focos de atracción de capital extranjero".