Los presidentes de Egipto y de Siria se entrevistan por primera vez en cinco años

Hosni Mubarak y Hafez el Asad conversaron en privado durante 20 minutos en la noche del pasado martes, en la que fue la primera entrevista oficial de los, presidentes egipcio y sirio desde que el primero accedió al poder, hace algo más de un lustro. Mubarak, que se ha entrevistado ya con el rey saudí, Fahd, el monarca jordano, Hussein, y el líder palestino, Vasir Arafat, es el gran triunfador de la cumbre islámica de Kuwait, cuya clausura ha sido pospuesta desde la noche de ayer a la mañana de hoy.

La treintena de jefes de Estado presentes en Kuwait está encontrando las dificultades esperadas para llegar a un acuerdo sobre la guerra del Golfo que no se limite a una llamada a la paz. La ausencia de Irán de la reunión hace que incluso la fórmula que terminen acordando sea de escasa viabilidad. Por el contrario, el palacio que el emirato de Kuwait ha construido para esta cumbre es el marco de un activo diálogo entre dirígentes árabes que no se dirigían la palabra en los últimos tiempos.La atención de los 700 periodistas que cubren el acontecimiento está centrada en averiguar quién se entrevista con quién. Yasir Arafat y el rey Hussein lo han hecho ya dos veces, reanudando un diálogo interrumpido desde hace un año. Otros dos líderes que han roto un silencio de 12 meses han sido los presidentes sirio y libanés, Hafez el Assad y Amín Gemayel, respectivamente.

Mubarak ha sido el artífice de la reconciliación formal entre el dirigente palestino y el rey Jordano, y el presidente argelino, Chadli Benyedid, el de la sirio-libanesa. Del contenido de esas y otras conversaciones nada ha trascendido a los informadores, que trabajan completamente aislados de las 44 delegaciones asistentes.

Mubarak, cara a cara con el rey Fahd, ocupaba la fotograrla de primera página de los diarios saudíes Arab News y Saudi Gazette de ayer. Era el símbolo del padrinazgo saudí a la readmisión de Egipto en el mundo árabe, que en su mayoría consideró una traición la firma de los acuerdos de paz de Camp David con Israel, en 1979.

Libia -cuyo líder, Muammar el Gaddafi, no está presente en Kuwait- y Siria son los países más reacios a aceptar el retorno de Egipto. Pese a la entrevista entre Mubarak y Asad, un portavoz oficial de la presidencia siria dijo que "no hay que exagerar el sentido político de este encuentro'.

Egipto recibió ayer aliento de un pequeño pero significativo país, Yemen del Sur. Su presidente, Haidar Abu Bakr al Atas, declaró a la agencia ofÍcial de noticias kuwaití, Kuna, única autorizada a seguir de cerca la cumbre, que estaba "feliz" de la presencia de Egipto en Kuwait, "por su importancia en el mundo islámico". Al Atas añadió que "Egipto es parte del mundo árabe y tiene un importante peso moral". Yemen del Sur es el único país árabe con un sistema soviético y siempre se ha alineado con los Estados más radícales, como Libia o Siria.

La cumbre islámica finaliza esta mañana, y a su término los países árabes celebrarán una reunión, calificada de informal, para discutir la readmisión de Egipto en el seno de la Liga Arabe. Los observadores creen que es dificil que este organismo abra sus puertas a El Cairo en fechas próximas, pero no descartan que dé luz verde para que sus miembros restablezcan relaciones con Egipto.