Craxi: "España e Italia persiguen que el Mediterráneo deje de ser un foco de tensión"

El presidente del Gobierno italiano, Bettino Craxi, ha afirmado al corresponsal de EL PAÍS en Roma, antes de viajar a Palma de Mallorca, donde el viernes y el sábado se celebra una nueva cumbre hispano-italiana, que "Italia y España están íntimamente unidas a Europa, pero inclinadas hacia el Mediterráneo, donde ambos países persiguen objetivos comunes, entre ellos, que deje de ser un foco de tensión. Craxi señala también que el primer año de permanencia de España en la Comunidad Europea, "ha colmado todas las expectativas y ha confirmado su importancia histórica".

Pregunta. ¿Cuáles son hoy, presidente, las relaciones entre nuestros dos países?

Respuesta. Ante todo, quiero decirle que Italia ha saludado la entrada de España en la Comunidad Europea como un acontecimiento francamente histórico. Ello ha representado la coronación del proceso de construcción de Europa, abriendo nuevos horizontes y espacios de acción a la actividad comunitaria y reequilibrando hacia el Sur el centro de gravedad de la CE.

Y si nuestras relaciones fueron siempre óptimas, ulteriormente se han reforzado aún más a través de nuevas fórmulas de diálogo y de contactos más numerosos, de los que forma parte. también este encuentro bilateral de Palma de Mallorca. Por otro lado, no debe olvidarse que nuestra común ubicación mediterránea y nuestras afinidades culturales e históricas, han animado la colaboración bilateral y la promoción de intereses comunes en el ámbito de la CE.

P. ¿Y cuáles son, según ustedes, estos problemas comunes?

R. Muchos. Pienso, por ejemplo, en los temas institucionales y de cooperación política y agrícola, en la tutela de las culturas mediterráneas, en todo lo concerniente a la política científica y tecnológica. Los lazos entre Roma y Madrid en el marco europeo se añaden a aquellos atlánticos también muy importantes por su contribución al mantenimiento de la paz y la seguridad común. Personalmente, creo, sin embargo, que la colaboración económico-industrial entre Roma y Madrid posee aún numerosos espacios capaces de ulterior desarrollo.

P. ¿Y de qué modo concreto piensa que Italia y España pueden colaborar juntas para realizar la unión europea?

R. Ya el primer año de participación de España en los trabajos de la Comunidad se ha caracterizado por un empeño activo y positivo del Gobierno de Madrid, que confirma nuestras expectativas y revelan la importancia histórica de la adhesión española. Además, no es un misterio el que la visión europea que inspira la acción del Gobierno español y la exigencia de relanzar la CE coinciden perfectamente con las nuestras. Hoy podemos decir, por ello, que Italia y España se encuentran en primera fila en la petición de una integración más avanzada a través de un potenciamiento de las instituciones y de la colaboración política. A ello hay que añadir, además, nuestra común vocación mediterránea que, en vez de crear tensiones competitivas, tiende, al revés, a imprimir al proceso comunitario una dirección más equilibrada.

Como nosotros, también hoy España desea un debate más a fondo sobre los temas estructurales y sobre el desarrollo de las políticas relativas a la colaboración industrial, tecnológica y de investigación. Como nosotros, también ustedes luchan hoy por la realización de un mercado interno europeo que vaya acompañado al mismo tiempo un progreso real en el campo de la cohesión económica y social.

P. ¿Y cómo podrían hoy nuestros dos países colaborar concretamente para reforzar el área mediterránea?

R. Italia y España están íntimamente unidas a Europa, pero inclinadas hacia el Mediterráneo, donde ambos países hablan un lenguaje común y persiguen los mismos fines. Hoy estamos a la búsqueda de consensos entre los países unidos por una voluntad de paz y no implicados ni directa ni indirectamente en conflictos. Y España puede aportar una contribución de sabiduría a este esfuerzo que apenas acaba de ponerse en marcha. El objetivo tiene que ser el de actuar con paciencia y constancia para que el Mediterráneo supere las tensiones que lo atraviesan y vuelva a ser un área de paz y de colaboración.

Colaboración económica

P. ¿Y por lo que se refiere a la colaboración económica entre Italia y, España?

R. Nuestras relaciones políticas son inmejorables porque tienen profundas raíces de antiquísima amistad. Pero lo que puede aún mejorar es la colaboración económica. Y los espacios para ello son numerosos. Ya el hecho de que el saldo comercial fue favorable a España en 1984 y al revés para Italia en 1985 y 1986, son indicio de una búsqueda de asentamiento que nos debe hacer reflexionar.

Los proyectos en estudio, hoy conjuntos, de mutua colaboración son ya numerosos en los diversos campos de la informática, la robótica, las telecomunicaciones, los transportes..., donde numerosas empresas italianas mantienen intensas relaciones con industrias españolas.

Las industrias de nuestros dos países atraviesan, además, un período de rápida y profunda transformación. Hay que saber acoger todos estos signos positivos y potenciar la colaboración en todos los sectores posibles, explotando así las cualidades de laboriosidad de ambos pueblos y el sincero deseo de colaboración que hoy nos anima a los dos países amigos.