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Prudencia y SIDA

La tolerancia sexual generalizada fue una gran conquista cultural que no echaremos de menos hasta que desaparezca. Conjuntamente con la mayoría de mi generación de posguerra mundial, yo también suscribí esta ética liberada y traté de aprovecharme de ella. Hoy, ninguno de nosotros quiere admitir que nos equivocamos, que esta maravillosa experiencia fue un épico disparate social. Quizá, una vez que la crisis del SIDA haya pasado, será posible reconstruir una cultura modestamente promiscua.

, 20 de enero

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