Profesores y padres de un colegio vigilan la presencia de "camellos"
Los vecinos de Zarzaquemada (Leganés) están alarmados ante el incremento de tráfico de drogas que ha sufrido este barrio de 90.000 habitantes en los últimos meses. Dos de los puntos de venta denunciados por los vecinos se encuentran en la calle de Rioja, uno junto a la verja del colegio Ortega y Gasset y otro en una construcción abandonada. De mutuo acuerdo, los profesores y padres del Ortega y Gasset han montado un servicio de vigilancia para evitar riesgos: tres maestros durante los recreos y un padre en las actividades extraescolares.Este foco de venta de estupefacientes se inició en un bar hace algo más de año y medio. Desde entonces, el número de camellos ha ido aumentando, y en los últimos meses pululan por la calle haciendo su negocio a la vista de todo el mundo, según vecinos de la zona.
"El peligro es grave para nuestros hijos, no sólo por el riesgo de consumo, sino también por motivos higiénicos", indicaron. Al parecer, el suelo está plagado de jeringuillas.
La asociación de padres de alumnos (APA) del colegio Ortega y Gasset ha negado que el centro se haya visto afectado por el consumo de droga. Según el presidente, Francisco Ramírez, no han tenido denuncias de padres en las que se diga que los camellos han intentado contactar con los niños. Sin embargo, vecinos de bloques cercanos al colegio han afirmado ver a los sospechosos hablando con los niños a través de la valla; incluso "alguna vez les han ofrecido chucherías", comentó una mujer.
En lo que va de semana, uno de los efectos de la manifestación del pasado domingo, -a la que asistieron 500 vecinos que colocaron una pancarta con el lema "Basta ya de droga, por una vida más sana, no a los traficantes"-, es que los camellos han cambiado de sitio, aunque sin dejar la zona.
Entre las medidas aprobadas se encuentra la de convocar una gran manifestación -sin fecha fija- por Leganés, exigir un centro de rehabilitación para toxicómanos y un estudio epidemiológico sobre el uso de la droga en la localidad, así como solicitar al Ayuntamiento que ponga en marcha un plan ocupacional y de empleo para impedir que los jóvenes pasen parte del día en la calle y se conviertan en una población de riesgo para el consumo de droga.
Grupos políticos han indicado que la situación de paro actual también ha sido detonante del incremento de la droga: en Leganés, de los 12.000 censados el 50% son jóvenes.
La actuación policial ha sido calificada de inefectiva. "Es como el gato que se pone el cascabel", indicó un vecino, "cuando avisábamos a la policía venían a la media hora y encima con las sirenas y los pilotos encendidos".
El concejal de Seguridad Ciudadana, Manuel Muñoz Cejudo, informó de la puesta en marcha de una operación especial para desarticular el tráfico de narcóticos en la calle de Rioja y, próximamente, otra en el barrio de la Fortuna.
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