Den Xiaoping promete continuidad y estabilidad, al sustituir a Hu Yaobang en un acto público
Los esfuerzos del Partido Comunista Chino (PCCh) para combatir "el liberalismo burgués no afectarán a la estabilidad ni a la unidad de China, así como tampoco al programa de reformas en curso ni a la política de apertura hacia el mundo exterior", según aseguró ayer el líder chino, Deng Xiaoping, al líder del Partido Comunista Finlandés, Arvo Aalto, que visita oficialmente Pekín. Deng recibió inesperadamente al invitado 9 extranjero, sustituyendo al secretario general del PCCh, Hu Yaobang, quien, según el programa de la visita de Aalto, debería haber mantenido ayer varias entrevistas con el finlandés. Un diplomático de Finlandia indicó que las autoridades chinas dijeron a Aalto que Hu "no se encontraba bien".
Hu Yaobang, de 72 años, no ha sido visto en público desde el pasado 29 de diciembre, fecha en la que se entrevistó con varios periodistas extranjeros. El secretario general pareció entonces encontrarse bien de salud. El pasado jueves, varias agencias japonesas de noticias se hicieron eco de informaciones oficiosas recogidas en Pekín, según las cuales Deng pidió la dimisión de Hu, por considerar que el secretario había dado muestras de debilidad ante las recientes manifestaciones estudiantiles en petición de democracia para China.Según la agencia Nueva China, Deng Xiaoping reconoció ante Arvo Aalto que "actualmente existe (en la República Popular China) una tendencia ideológica que aboga por la liberalización burguesa"; y añadió: "Los marxistas chinos no le van a dar su acuerdo". El término liberalismo burgués está siendo utilizado estos días por los funcionarios de Pekín para designar las ideas políticas y la democracia de estilo occidental.
El apoyo a esa tendencia expresado por los manifestantes que durante el mes de diciembre pidieron democracia en 150 universidades y al menos 17 ciudades del país ha potenciados las tensiones suscitadas en el seno del PCCh por la política de apertura de Deng, que Hu había ejecutado hasta ahora eficazmente. La cúspide del partido debate la situación en Pekín, aunque oficialmente no se ha facilitado ninguna información al respecto.
Fuentes diplomáticas finlandesas afirmaron ayer que los dirigentes chinos les habían indicado que la reunión incluye a una buena parte de los componentes del Comité Central, integrado por 209 miembros y, 133 suplentes, y que debería durar hasta el sábado próximo.
El nivel creciente de crítica interna personalizada permite esperar algunos cambios significativos a corto plazo, aunque se considera poco probable que Hu Yaobang vaya a ser destituido de inmediato como jefe del PCCh, que el próximo mes de octubre tiene previsto celebrar un congreso histórico en el que Deng abandonaría la presidencia del Comité Militar y todos sus demás cargos.
En medios políticos de Pekín se advertía ayer que Zhou Houze, un hombre de Hu Yaobang que dirige el aparato de propaganda del PCCh, está siendo objeto de reiterados ataques porque trató de proteger a Fang Lizhi, el vicepresidente de la universidad de Ciencia y Tecnología de Hefel, cesado la semana pasada por su supuesta relación con las manifestaciones de estudiantes.
Firmeza ideológica
Entre tanto, la agencia de noticias Nueva China transmitió ayer dos comentarios que indican claramente que la línea de acción adoptada por Deng pretende preservar el reformismo económico, aunque al precio de la rigidez ideológica necesaria para aplacar a los sectores mas conservadores del PCCh.Uno de estos comentarios desechaba los temores de que la campaña contra la influencia de las ideas occidentales pueda frenar las reformas económicas: "En realidad, el objetivo de las críticas es precisamente garantizar el éxito de estas políticas". En el otro, se afirmaba que el PCCh seguirá respetando a los intelectuales, que hasta ahora han sido los únicos castigados por la represión, pero se advertía que ningún militante tiene derecho a airear puntos de vista contrarios a los principios básicos del partido.
Este segundo comentario daba además una indicación de que el PCCh expulsará a más militantes. "Por lo que se refiere a los expulsados", decía el texto, "esperamos que sigan respetando la Constitución y que sean buenos ciudadanos". Hasta ahora, sólo el crítico literario Wang Ruowang ha sido expulsado del partido.
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