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Jaruzelski considera las relaciones con Italia un modelo para la normalización de Polonia con Europa occidental

Juan Arias

El presidente polaco, general Wojelech Jaruzelski, regresó ayer a Varsovia tras celebrar una conferencia de prensa en la que calificó de "éxito" su visita a Italia y expresó su deseo de que las relaciones con este país sirvan de "modelo" para las que Polonia desea establecer con Europa occidental. Italia es el primer país de Occidente que visita Jaruzelski tras la declaración, en 1981, del estado de sitio. Por la mañana, el general acudió al cementerio de Monte Casino, donde reposan 1.090 soldados polacos caídos en la II Guerra Mundial.

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Tras la ceremonia de Monte Casino, se celebró, ya en Roma, el encuentro de Jaruzelski con los secretarios generales de los tres grandes sindicatos unitarios, CISL (democristiano), CGIL (comunista) y UIL (socialista). En la entrevista, de dos horas, los dirigentes plantearon al presidente polaco la necesidad de que se vuelva al pluralismo sindical en Polonia y de que cese toda forma de discriminación hacia aquellos trabajadores que no quieran inscribirse en los sindicatos oficiales. Según un comunicado emitido tras la reunión, los sindicalistas también informaron a Jaruzelski de que han invitado a Lech Walesa a Italia y que esperan que obtenga el permiso. El lider polaco, por su parte, invitó a los dirigentes de las tres centrales sindicales a visitar su país para hacerles conocer mejor la actividad de los sindicatos polacos.Quienes ofrecieron una gran acogida al presidente polaco, la tarde del martes, fueron los grandes industriales y banqueros italianos, desde Gianni Agnelli -el rey de Fiat- al presidente de la Confindustria, Luigi Lucchini, y a Nerio Nesi, presidente de la BNL (Banca Nazionale del Lavoro), el mayor banco público de Italia. Jaruzelski intentó convencerles de que el estado de emergencia económica en Polonia ha finalizado, de que más de 100 empresas en su país están dispuestas a colaborar con la industria italiana y de que la productividad está en claro aumento. Lógicamente, el general no habló de la deuda exterior de 33.000 millones de dólares (4,2 billones de pesetas) que hoy tiene Polonia y la visión que presentó de la economía de su país fue más bien idílica. Los industriales italianos le han prometido enviar una delegación a Polonia para estudiar la situación.

Agnelli, tras un coloquio privado con Jaruzelski, ha anunciado que ya hay acuerdo sobre uno de los dos proyectos previstos entre Fiat y Polonia, y que el segundo está en estudio. Agnelli recordó que en dicho país, desde hace ya 40 años, los coches se apellidan Fiat, y que esa firma da empleo a 47.000 familias polacas.

Agnelli agregó que su empresa está dispuesta a seguir invirtiendo en Polonia. Ahora se trataría, al parecer, de cambiar los dos modelos de coches fabricados en Polonia hasta el momento, los viejos 126 y 127, para sustituirlos por un mini-Fiat completamente nuevo, similar al famoso quinientos, y otro de media cilindrada cuyo modelo está aún por decidir.

En la abarrotada conferencia de prensa celebrada ayer tarde en Roma, Jaruzelski, por vez primera sin sus habituales gafas oscuras, afirmó que las relaciones que se abren ahora entre Polonia e Italia podrían ser "un modelo" de las relaciones que su país desea ahora establecer con los otros países de Europa occidental.

El jefe de Estado polaco calificó como "un éxito" su visita oficial a Italia e hizo hincapié en la importancia que podrá tener el tercer viaje del papa Juan Pablo II a Polonia. A quien le recordó una de sus últimas declaraciones realizadas en Italia, cuando afirmó que la Iglesia en Polonia "es una realidad permanente" -cosa que contradice las ideas de Carlos Marx-, el general respondió que hay que dejar atrás las viejas teorías y preocuparse más bien por las "realidades concretas". Preguntado sobre los temas tratados en la entrevista con el Papa respondió, con sentido del humor: "Yo creí que esto era una conferencia de prensa y no una confesión".

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