El fantasma de UCD
El Grupo Popular corre el riesgo de fraccionarse en función de lo que ocurra con las tensiones internas en AP, según reconocieron ayer dipuItados aliancistas. Estos parlamentarios admitieron que el fantasma de UCD recorre los escaños de la parte derecha del hemiciclo. En la actualidad, los 79 diputados de que se compone el Grupo Popular en la Cámara baja pasarían a ser tan sólo 68, si los 11 parlamentarios pertenecientes al Partido Liberal de José Antonio Segurado decidiesen integrarse en el Grupo Mixto.Segurado se entrevistó ayer con el presidente del Congreso, Félix Pons, para reiterarle sus deseos de tener "voz propia" en la Cámara. Pons, por su parte, mantiene la tesis de que si los diputados liberales pasan al Grupo Mixto, no podrán, en virtud de los límites impuestos por la normativa actual, constituirse en agrupación.
Pero, al margen de lo que ocurra con los 11 escaños liberales, el Grupo Popular evidencía ya una falta de dirección, derivada del hecho de que, en la actualidad, ni siquiera existe un portavoz titular desde que Miguel Herrero asumió el liderazgo del partido y la presidencia del grupo parlamentario, presidencia esta última de la que amenaza con dimitir si pierde, en el congreso extraordinario de febrero, las riendas del partido.
Esta hipótesis supone un grave riesgo de división en el grupo parlamentario, semejante a lo que ocurrió con UCD a partir de finales de 1980. Se calcula que, en la actualidad, Herrero controla al menos una tercera parte del grupo parlamentario, si bien el absentismo crónico hace difícil cualquier cálculo más preciso sobre las tendencias de los diputados y senadores populares.
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