Ética del aborto

Muchas son las voces que se han levantado en contra del aborto, pero quiero referirme a las declaraciones de la comisión deontológica del Consejo General de Colegios de Médicos, publicadas en su periódico con fecha 16 de diciembre porque suponen un insulto a los profesionales que están practicando interrupciones de embarazo, al cuestionar su ética personal y profesional.El ilustre colegio se queja de que en el reciente decreto aparecido en noviembre no se exigen suficientes garantías sobre la comprobación diagnóstica y equipamiento de las clínicas privadas que practiquen abortos.

Bien está que la ilustre institución se preocupe de la calidad que debe ofrecer la medicina privada, pero, curiosamente, nunca a levantado su voz para exigir las mismas garantías a las clínicas privadas de otras especialidades.

Hasta ahora no se ha preocupado de si las consultas de cardiólogos, cirujanos, ginecólogos, etcétera, reúnen las condiciones necesarias para asegurar al paciente que se dirige a ellas un diagnóstico y tratamiento correctos.

Pero lo más grave es la acusación que lanza a los profesionales que en un futuro asuman la práctica de abortos permitidos por la ley de médicos de conciencia poco escrupulosa y de estar dispuestos, guiados por un torpe afán de lucro, a degradarse en una práctica comercialista de fácil ganancia.

Las clínicas privadas que con arreglo a la ley asuman la práctica del aborto ofrecerán un servicio por el que cobrarán. Esta relación mercantil con el paciente es exactamente igual en todo el ámbito de la medicina privada. Si el ilustre colegio llama torpe afán de lucro al cobro de servicios médicos, tendrá que hacerloextensivo a toda la práctica privada.-

Especialista en ginecología de la Seguridad Social.