Ni rastro de cáncer en el presidente de Estados Unidos
Ronald Reagan, que el mes próximo cumple 76 años, recibió ayer las primeras buenas noticias en bastantes semanas. Los médicos no han encontrado cáncer en la operación de 75 minutos que realizaron, en el hospital Naval de Bethesda, para reducir la próstata hipertrofiada del presidente. Y los cuatro pequeños pólipos, de uno o dos milímetros de longitud, extraídos el domingo de su colon no son cancerosos, según confirmaron ayer los patólogos. El presidente, que se encuentra bien y descansando, no recibió anestesia general.
Es posible que el jueves Reagan regrese a la Casa Blanca, donde deberá enfrentarse a la crisis más profunda desde que llegó a la presidencia, hace seis años. La recuperación se prolongará durante una semana más después de que vuelva a su residencia oficial.La única posible complicación de la intervención es una hemorragia, pero no se espera que se presenten problemas de cicatrización en una operación que fue calificada de rutinaria para resolver un problema que afecta a casi uno de cada cuatro norteamericanos de edad avanzada.
Reagan, que ya fue operado de próstata en 1967, tenía dificultades para orinar por la presión de una próstata excesivamente grande sobre la uretra. EI doctor David Utz, de la famosa clínica privada Mayo, de Rochester, en Minessotta, ayudado por un equipo de cinco médicos privados, operó ayer por la mañana al presidente en el mismo hospital militar donde, en julio de 1985, le fue extirpado un tumor canceroso de su colon.
Hoy, nuevo examen
El tejido sobrante, extraído por un tubo metálico que fue introducido por la uretra de Reagan y que tiene un sistema eléctrico en su punta capaz de cortar, no presenta señales de ser maligno, informó la Casa Blanca poco después de las 10 de la mañana (16.00, hora peninsular española). Sin embargo, será sometido a un examen definitivo por los patólogos. La intervención se inició a las 8.15 horas y concluyó a las 9.30.El presidente sufrirá hoy un tercer y definitivo examen para ver si el cáncer de colon se ha reproducido en otros órganos. Para ello, el hígado, los nódulos linfáticos del abdomen y la pelvis serán examinados radiológicamente mediante una TAC (tomografía axial comppterizada). Un examen de rayos X de sus pulmones y una prueba cardiovascular de esfuerzo realizadas el domingo dieron también resultados negativos.
El vicepresidente, George Bush, estuvo en su despacho de la Casa Blanca mientras Reagan era operado . Pero no fue necesario, a diferencia de lo ocurrido en el mes de julio de 1985, cuando se puso en práctica el procedimiento previsto en la Enmienda 25 de la Constitución, efectuar una transmisión temporal de poderes.
El presidente recibió anestesia epidural, que le sedó de cintura hacia abajo, pero no le hizo perder el conocimiento. Nancy Reagan, que había decidido que esta vez no fueran cirujanos militares, sino doctores civiles, quienes intervinieran a su marido, pasó la noche del domingo al lunes en el hospital de Bethesda.
El jefe del gabinete presidencial, Donal Regan, acudió aprimera hora de la mañana, antes de la operación, para despachar algunos asuntos con el presidente. El ingreso de Reagan en el hospital, al que acude dos veces al año para someterse a pruebas de seguimiento de su cáncer de colon, no ha provocado alarma alguna en la opinión pública.
Normalidad
Para restar importancia a la estancia del presidente en el hospital, el portavoz de la Casa Blanca no se ha trasladado a Bethesda, a las afueras de Washington, e informa de la salud presidencial en las sesiones diarias habituales con la Prensa en la propia Casa Blanca. No está prevista la aparición ante los periodistas del equipo médico que ha operado a Reagan. La información, hasta ahora muy telegráfica, se comunica a través de notas firmadas por el doctor John Hutton, médico de la Casa Blanca.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.