El informe policial no halla responsables de la muerte de dos palestinos en Israel

Las conclusiones finales de la investigación policial sobre la muerte de dos árabes capturados en Israel por el Shin Bet (los servicios secretos de seguridad interior) eximen por completo de responsabilidad al primer ministro israelí, Isaac Shamir. El escándalo se desató hace 32 meses, con la muerte de dos presuntos terroristas palestinos, detenidos tras el asalto a un autobús que habían secuestrado. Abraham Shalom, jefe del Shin Bet en el momento de los hechos y dimisionario desde entonces, tampoco es culpable, según este informe, que no culpa ni responsabiliza a nadie, pese a los delitos, las mentiras y los falsos testimonios que rodearon el caso.

El presidente israelí, Haim Herzog, ya había exculpado de antemano, a petición del Gobierno, a Shamir y a una decena de hombres a sus órdenes implicados en el asunto. Las declaraciones de Shalom, según las cuales Shamir -primer ministro en el momento del crimen y responsable político del Shin Bet- había "autorizado" la supresión fisica de los prisioneros, han sido rechazadas por la investigación. Las acusaciones de Shalom eran "confusas, contradictorias y poco creíbles", asegura el informe firmado por el consejero jurídico del Gobierno, Yosef Harich.En una reunión del grupo parlamentario del Likud (la coalición derechista que gobierna con los laboristas), Shamir fue aplaudido y felicitado por todo el mundo. Varios diputados del Likud exigen la dimisión del ministro de Enera, el laborista Moisés Shabal. Éste acusó públicamente a Shamir de estar implicado -aunque fuera indirectamente- en el asesinato de los dos palestinos y de haber encubierto las mentiras de los agentes del Shin Bet.

Shahal llegó a proponer al laborista Simón Peres la disolución del Gobierno de unión nacional porque, dijo, "es impensable entregar el Gobierno del país a Shamir, un hombre desacreditado y comprometido por el asunto del autobús secuestrado".

El mismo informe exime también a Peres de toda responsabilidad, así como a Moisés Arens, ministro de Defensa cuando se produjeron los hechos. El actual titular de esa cartera, Isaac Rabin, expresó su satisfacción por el informe y su esperanza en que ahora cese de removerse el fango que salpica" a las fuerzas de seguridad.

Varios diputados laboristas consideran que Shamir no ha sido eximido más que de un "delito criminal", pero no de su responsabilidad ministerial. Incluso si no sabía lo que el jefe del Shin Bet había autorizado u ordenado -la muerte de los dos palestinos detenidos-, incluso si no sabía nada de las mentiras a las dos comisiones de investigación, Shamir es responsable, desde el punto de vista ministerial, de las transgresiones y los delitos cometidos por Shalom y por los otros hombres del Shin Bet, sobre el que sólo manda el primer ministro y al que sólo él puede controlar. Exigen, por tanto, bien el nombramiento de una comisión de investigación judicial que establezca las responsabilidades ministeriales, bien la dimisión de Shamir. Todo ello, sin mucha confianza en lograrlo.