Protesta oficial del Gobierno por los insultos de Fidel Castro al presidente del Congreso

El presidente del Congreso, Félix Pons, aseguró ayer que no pretendió hacer un gesto inamistoso hacia Cuba, como interpretó el presidente cubano, Fidel Castro, al no invitar a dicho país a la conferencia de presidentes de Parlamentos latinoamericanos celebrada en Madrid a principios de mes. Castro tachó a Pons de "fascistoide" y "reaccionario". Estos insultos han provocado malestar en el Gobierno, que ayer transmitió su protesta al embajador cubano en Madrid.

El ministro de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, convocó ayer en su despacho al embajador de Cuba en España, Óscar García Fernández, para entregarle una nota en la que se manifiesta el desagrado del Gobierno por las declaraciones de Fidel Castro. Un portavoz del mismo ministerio manifestó que son "inadmisibles" insultos como los proferidos por Castro.Isidoro Malmierca, ministro de Asuntos Exteriores de Cuba, también terció ayer en la polémica y criticó a Félix Pons, de quien dijo que "utilizó toda clase de ardides, mecanismos y maniobras para fustrar la voluntad mayoritaria de los parlamentarios latinoamericanos en favor de la participación de Cuba en la conferencia, para impedir la denuncia de las amenazas de guerra y agresión de Estados Unidos".

El titular de la Cámara Baja española, Félix Pons, se mostró ayer sorprendido por la reacción, un tanto tardía, del primer mandatario cubano respecto a la conferencia iberoamericana -con participación de todos los países del área, a excepción de Cuba, Chile y Paraguay- celebrada en Madrid los pasados 4, 5 y 6 de diciembre.

Este tipo de conferencias se inauguró en Madrid por el anterior presidente del Congreso, Gregorio Peces Barba. "Nunca ha sido invitada Cuba porque es para presidentes de parlamentos democráticos, entendiendo como democrático el concepto de pluralismo político", dijo Pons.

El titular de la Cámara Baja reconoció que hubo numerosas presiones del Gobierno cubano para ser incluido, y al final se le ofreció la posibilidad de que asistiera una delegación de ese país a título de observadores, lo que fue rechazado. No obstante, la bandera cubana ondeó en el salón donde se produjo la asamblea.

El Parlamento cubano acordó el jueves aprobar una moción en la que acusa al presidente del Congreso de los Diputados de España de adoptar una actitud "insolente, prepotente, reaccionaria, discriminatoria y racista" al excluir a Cuba de la reunión. El presidente Fidel Castro dijo que las relaciones con España son buenas, aunque matizó: "No pueden marchar bien a costa de que nos callemos ante una ofensa, una agresión, a nuestro país", al tiempo que calificó a Pons de "tipejo fascistoide".

El presidente del Congreso declinó comentar la fuerte adjetivación que Castro le ha brindado. "No quiero entrar en polémica con Fidel Castro; se trata de una modesta conferencia para debatir problemas funcionales de los parlamentos, y la no presencia de Cuba nada tiene que ver con la política exterior del Gobierno respecto a ese país", comentó.

El presidente del Senado, José Federico de Carvajal, decidió ayer suspender el, viaje que tenía previsto realizar a Cuba el próximo mes, en desacuerdo con las descalificaciones de Castro hacia el titular del Congreso de los Diputados.

El presidente del Grupo Popular, Miguel Herrero, afirmó ayer que las palabras de Castro suponían una "injuria intolerable". En parecidos términos se pronunció el portavoz del PDP, Modesto Fraile. Por contra, el secretario de organización del PCE, Francisco Pelero, criticó a Pons "por haberse excedido en sus competencias al excluir a Cuba, que desde 1985 es miembro de la Conferencia de Parlamentos Latinoamericanos".