Adiós, Miguel, bonito
Este rock, que no deja de rodar desde hace décadas, presenta un mosaico ilimitado donde lo bueno y lo malo, lo original y lo mimético o lo comunicativo y lo artístico, se pueden confundir con facilidad. Y en los conciertos la sorpresa puede surgir en cualquier momento. Katrina and The Waves son una banda más de rock and roll integrada en el complejo fenómeno, con libertad absoluta de elección de estilos o sonidos que demanden sus inquietudes. Viven en el Reino Unido, pero recogen los hallazgos de los años cincuenta, el espíritu de EE UU, de donde la mayor parte de ellos procede.Sucede con frecuencia que un grupo desarrolla con el tiempo mayor técnica en la composición de sus temas y en su forma de tocar y, como consecuencia inmediata, pierden la espontaneidad y la fuerza iniciales. Este cuarteto, que ha repetido actuación por Navidades, parece haber cobrado ímpetu, garra en el último año, desde su primera visita. Simpatizan con la gracia y el idioma españoles, aunque en verdad no los distinguen de los mexicanos. Interpretan en inglés canciones de duro sonido fronterizo, México o Que te quiero, y la cantante aprovecha para introducir frases sueltas en español, a la manera de Adiós, Miguel o Eres bonito, y todos terminan al son de La bamba, acompañado de guitarras fantásticas.
Katrina and The Waves
Katrina, Kímberley Rew, Vince de la Cruz y Alex Cooper. Madrid, 2 de diciembre. Sala A Todo Madrid.
Kimberlay Rew, el principal en la composición, no deja de puntear y de rasgar su guitarra con solos de larga duración no sólo en los temas fuertes, sino también en las baladas, algunas de clásico blues-rock. Y Katrina, siempre parlanchina, sonriente, simpatiquísima al micrófono, se transforma en repentina dama agresiva, psicodélica y desenfrenada, si su intervención primordial pasa a ser el solo de guitarra.
Babelia
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