La aceleración de diciembre

S. A. Los primeros avances de cierre del ejercicio presupuestario de 1986 muestran, como suele ser tradicional, una fuerte aceleración en los gastos durante el último período del año, y en especial en el mes de diciembre. El déficit de caja del Estado, que a finales de noviembre se situó en 1,19 billones de pesetas, con una reducción del 7%. sobre los niveles alcanzados en el mismo mes del año anterior, acabará al cierre de diciembre en 1,48 billones de pesetas, según las primeras estimaciones del Ministerio de Economía y Hacienda.

La aceleración del déficit en diciembre, casi 300.000 millones de pesetas, tiene componentes tradicionales, como los mayores pagos de personal que se producen en este mes en toda la Administración o la realización del presupuesto que todavía estaba pendiente de adjudicación y que se quiere comprometer antes de que finalice el ejercicio. Además, en este año en concreto los gastos del Estado se han disparado en la última parte del año, a pesar de que también se han obtenido ingresos suplementarios no previstos al principio del ejercicio.

El Gobierno decidió, cuando empezaron a desplomarse los precios del petróleo en dólares y la divisa de Estados Unidos inició su proceso de depreciación continuada, no repercutir todos los ahorros así obtenidos en abaratar los precios de los derivados, lo que habría reducido las tensiones inflacionistas. De esta forma, se señalaba, los mayores mayores ahorros se podrían destinar en una parte a abaratar los precios y en el resto a incrementar los ingresos del Estado para así reducir el volumen de déficit público.

Mantenimiento en 1986

La realidad parece haber caminado por otro lado, según las propias previsiones de Hacienda y a pesar de los desvíos hacia otros organismos de una parte de los pagos que debería hacer el Estado.

El volumen absoluto de déficit del Estado, según las últimas previsiones, será sólo ligeramente inferior al de 1985. En ese año se cerró en 1,489 billones de pesetas, y en 1986 se pretende cerrar en 1,480 billones. Los ingresos extraordinarios del Estado por la venta de derivados del petróleo superarán los 300.000 millones de pesetas por encima de lo previsto que se habrán gastado íntegramente sin reducir el déficit público.

La previsión de que el déficit de caja en 1986 será equivalente al 4,5% del producto interior bruto, mientras que hace un año estaba por encima del 5,2%, se deberá, por tanto, íntegramente al propio crecimiento del producto interior bruto y no a la disminución de la diferencia entre ingresos y gastos del Estado.