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Estudiantes y trabajadores de Shanghai piden que se libere a los detenidos en la manifestación del sábado

Miles de estudiantes y trabajadores invadieron ayer por tercer día consecutivo la plaza del Pueblo, en Shanghai (República Popular China), para manifestarse a favor de la democracia y la libertad. Los manifestantes, unos 20.000, solicitaron además ayer la libertad de 200 estudiantes detenidos en la concentración del sábado. Portavoces estudiantiles informaron que ese día hubo 500 detenidos, de los cuales 300 ya fueron liberados, y algunos heridos como consecuencia de la acción, datos desmentidos por las autoridades chinas. Otros siete jóvenes fueron detenidos ayer.

La multitud comenzó a congregarse en la plaza del Pueblo desde primera hora de la mañana (madrugada, hora peninsular española) y fue aumentando a lo largo del día con la llegada de delegaciones de cada una de las grandes universidades de Shanghai y de otros numerosos centros. La policía rodeó la plaza, en un intento de controlar la situación, y no dejó pasar más que a los grupos organizados de estudiantes que llevaban carnés de identidad. Sin embargo, varias personas declararon abiertamente que eran trabajadores."Soy un trabajador y nosotros somos totalmente solidarios con los estudiantes", declaró un hombre joven.

Desde la plaza, los manifestantes se dirigieron al Ayuntamiento, situado a dos kilómetros, en el Bund, el célebre paseo marítimo de Shanghai, para entregar una nota a las autoridades. Los estudiantes pretenden que el alcalde de la ciudad, Jiang Zimin, haga públicas sus reivindicaciones de una mayor libertad política, democracia y respeto a los derechos humanos.

En la sede local del Partido Comunista y del Ayuntamiento, una voz femenina llamaba a la calma a los estudiantes a través de altavoces. La voz explicaba que los dirigentes de los estudiantes se encontraban reunidos con las autoridades de la ciudad y debatían, en una atmósfera calurosa, los asuntos suscitados por los estudiantes. Una decena de policías, uno de ellos provisto de una cámara de vídeo, observaban la manifestación desde el tejado del Ayuntamiento, mientras que cerca de 200 agentes situados en los extremos de la plaza, rectangular, se esforzaban en rechazar a quienes no fueran estudiantes.

Miles de manifestantes con pancartas, en las que se pedía "rnás libertad y democracia" y se condenaba el "despotismo" desfilaron durante toda la tardeentre el Bund y la plaza.

Grupos de gente escuchaban a los dirigentes estudiantiles. Uno de ellos, Dai Junyi, de una facultad de Medicina de Shanghai, pidió a varios cientos de personas que le rodeaban que no fueran esclavos por más tiempo.

Dai aseguró que los estudiantes apoyan al Gobierno, pero que China no avanzará con suficiente rapidez si no tie ne más democracia y mayor libertad de Prensa. Éstas eran dos de las cuatro peticiones presentadas por los estudiantes a Jiang. Las otras dos son el reconocimiento de que sus protestas son legales y garantías de seguridad personales. Fuentes estudiantiles informaron que el alcalde sólo se mostró de acuerdo con las dos últimas, y le acusaroia de romper su palabra porque, según dijeron, 200 estudiantes se encontraban detenidos y una docena de manifestantes habían sido golpeados el día anterior.

Un portavoz del Ayuntamiento, Fu Fenghao, desmintió que se hubieran producido detenciones y aseguró que no las habría porque el derecho de manifestación está garantizado por la Constitución.

"Los rumores de que algunas personas han sido golpeadas o detenidas son totalmente falsos", afirmó Fu, quien calificó de "normales" las peticiones de reformas y mayor democracia. "No obstante, una pequeña minoría, con otros motivos, inlenta explotar la situación para sembrar la confusión en Shanghai y en toda China", aseguró Fu, quien cree que el Gobierno debería poner fin a estas actitudes.

Respecto a la libertad de Prensa reclamada por los estudiantes, Fu declaró: "No podemos ordenar el contenido de los periódicos. Toman las decisiones por sí rnismos."

La Prensa china, que está estrechamente controlada por los servicios de propaganda del partido, no se hizo eco de las manifestaciones en sus ediciones interiores. Sin embargo, la edición del Diario del Pueblo destinada al extranjero y el servicio en inglés de la agencia oficial Nueva China recogieron brevemente los hechos ayer.

Las manifestaciones de Shanghai, que se iniciaron el jueves, han sido la más espectacular muestra de protesta de las que se han producido este mes en universidades de toda China. Las protestas se convirtieron en mitines en los que se pedía una reforma democrática, aunque muchas de ellas empezaron como expresiones de descontento por problemas tales como la calidad de la comida en las facultades.

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