Prudente satisfacción en Occidente por la decisión soviética
AGENCIAS La decisión de las autoridades soviéticas de acabar con el exilio interno del disidente Andrei Sajarov y su esposa, Elena Bonner, ha sido acogida con satisfacción en todas las capitales occidentales, donde se señala, sin embargo, que esta medida no pone fin a las violaciones de los derechos humanos que se producen todavía en la URSS.
La Casa Blanca se ha mostrado satisfecha por el anuncio de la libertad del flisico soviético, pero ha advertido que "el sistema de abuso de los derechos humanos" sigue existiendo. "Al mismo tiempo que estamos satisfechos por este acontecimiento, queremos anotar que el sistema de violación de los derechos humanos continúa", declaró el portavoz de la Presidencia norteamericana, Larry Speakes.
El ministro de Asuntos Exteriores del Reino Unido, sir Geoffrey Howe, se felicitó de la noticia de la liberación, "que se ha retrasado por mucho tiempo", pero recomendó a la opinión pública internacional no olvidar los otros casos que en la Unión Soviética "están privados de los derechos por los que Sajarov y su esposa lucharon".
El canciller de la República Federal de Alemania, Helmut Kohl, pidió también a la URS S el respeto de los derechos humanos en todos los casos. "Pido a los líderes soviéticos que no sólo pongan en libertad a los prisioneros políticos conocidos en el extranjero, sino a todos aquéllos detenidos por sus convicciones", declaró Kohl.
El ministro francés de Comercio Exterior, Michel Noir, que hace algunos años se entrevistó con Elena Bonner, consideró la liberación de Sajarov y su esposa como "un gesto simbólico dirigido a Occidente después de la muerte (en prisión) del disidente Anatoli Marchenko".
El violonchelista soviético Mstislav Rostropovich, que actualmente se encuentra en París, ha declarado: "Es grandioso. Estoy feliz".
En Madrid, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores, Inocencio Arias, habló también de "satisfacción" y señaló: "Es un paso que se valora positivamente. Formulamos el deseo de que sea una buena señal de avance en el campo de los derechos humanos".
