La dimisión del ministro de Universidades agrava la crisis política francesa

La muerte en la madrugada de ayer en París de un estudiante tras se golpeado por una patrulla de las Compañías Republicanas de Seguridad (CRS) ha provocado la dimisión irrevocable del ministro de Universidades, Alain Devaquet. En la tarde de ayer, una manifestación silenciosa de protesta por la violencia policial concluía con nuevos enfrentamientos entre manifestantes y fuerzas de seguridad.

El estudiante muerto se llamaba Malik Oussekine, tenía 22 años y era ciudadano francés, aunque sus padres son argelinos. Falleció en el hospital al que fue trasladado después de ser golpeado por tres policías de las patrullas motorizadas que habían disuelto a los últimos grupos de manifestantes. La Prefectura de Policía de París ha abierto una investigación para aclarar las circunstancias del fallecimiento.Devaquet presentó su dimisión ayer por la mañana, después de haber aplazado en dos ocasiones una decisión que, según distintas fuentes, había tomado hace varios días, al comprobar la amplitud de la oposición estudiantil a su proyecto de ley. El ministro retrasó unos días la presentación de la dimisión para no debilitar más la posición del Gobierno, pero la muerte, del estudiante le impulsó a no aplazar más su decisión.Devaquet se vio presionado a presentar un proyecto de ley en el que no creía a instancias de los sectores más duros de la mayoría conservadora. El ministro había advertido a sus socios de coalición que la radicalización de la ley podía turbar profundamente el mundo universitario.El pasado viernes, el primer ministro había decidido, en la reunión del Gabinete de crisis celebrada por la mañana, que no debía ser ni el primer ministro ni el ministro de Universidades quienes tomaran el control de la crisis universitaria, sino el de Educación Nacional, René Monory.

Tras los éxitos obtenidos por Jacques Chirac en su lucha contra la ola de atentados terroristas del pasado mes de septiembre, los observadores señalan que, en una semana, el Gobierno francés se ha situado en una pendiente que puede abrir la crisis en la mayoría y en el seno del propio Gabinete.

Ayer tarde, una impresionante manifestación de varias decenas de miles de personas se formó en las inmediaciones de la universidad de La Sorbona para protestar por la actuación de la fuerza pública. Durante la misma, grupos de manifestantes lanzaron gritos contra el Gobierno, y al final de la manifestación se enfrentaron con las fuerzas de seguridad. Página 3