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Un independentista catalán obtiene permiso de residencia en Francia por tres meses

Berenguer Ballester, Bringuet, el independentista catalán refugiado en Perpiñán que ayer debía abandonar Francia por haberle sido denegada la petición de asilo político, cuenta desde las cero horas de hoy con un nuevo recipissé -permiso de residencia por tres meses- expedido por el Ayuntamiento de Cabestany.

El alcalde comunista de Cabestany admitió a trámite una petición de Ballester para que la concesión de una carta de residencia como trabajador inmigrado.La decisión del Ayuntamiento de Cabestany -pequeña localidad cercana a Perpiñán- ha provocado un fuerte malestar en el departamento de inmigración de la Prefectura de los Pirineos Orientales, con sede en Perpiñán. El jefe de este departamento, apellidado Picart, calificó de "inadmisible" la decisión del alcalde, quien en una conversación telefónica con el funcionario defendió su autoridad para expedir un documento provisional de residencia a favor de Berenguer y para ordenar la tramitación del expediente en el que éste solicita una carta de residencia como trabajador inmigrado.

Ballester es el tercer independentista catalán exiliado en Francia que recibe la orden de abandonar el país tras serle denegada la carta de refugiado político. Miquel Cura optó por regresar a España y acogerse a las medidas de reinserción; Joan Carles Monteagudo, considerado en medios policiales como el contacto catalán de ETA para los atentados perpetrados últimamente en Barcelona, prefirió pasar a la clandestinidad y se encuentra en paradero desconocido desde el pasado 9 de agosto.

Protestas en la frontera

Unos 30 miembros de la Crida a la Solidaritat bloquearon a las dos de la tarde de ayer la frontera de La Jonquera (Alt Empordà) en la carretera N-II por espacio de media hora.Provistos de pancartas y repartiendo claveles a los automovilistas, los manifestantes protestaron por la actual política del Gobierno francés respecto a los refugiados catalanes, informa Joan Vall Clara.

Para cerrar el paso a los vehículos, los manifestantes utilizaron una gran sábana blanca con inscripciones reivindicando el derecho de asilo de los independentistas catalanes y contra "la política fascista" de Chirac.

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Al retirarse, los miembros de la plataforma antirrepresiva de La Crida envolvieron una caseta de la policía francesa -en el interior de la cual se encontraban los gendarmes- con la sábana y los carteles que portaban en la manifestación. Jordi Sánchez, uno de los miembros de La Crida, aseguró que las acciones continuarían.

A su regreso, los manifestantes fueron retenidos durante unos minutos por la policía francesa, y la española fotocopió sus documentos de identidad.

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