Croissier desmiente cualquier cambio en la política sobre Hunosa

El ministro de Industria y Energía, Luis Carlos Croissier, y el presidente de Hunosa, Juan Tesoro, desmintieron ayer formalmente cualquier cambio en la política gubernamental sobre Hunosa y aseguraron, dando a la publicidad las palabras textuales de una reciente intervención de Croissier, que se hubiera anunciado la intención de cerrar Hunosa en el año 2000.En una declaración, ampliamente distribuida en Asturias ante el revuelo originado en aquella comunidad -incluida una seria crítica por parte del presidente del PSOE, Ramón Rubial-, Croissier reitera la postura expuesta por él ante el Congreso de los Diputados, en la que se propone un nuevo plan a medio y largo plazo para la empresa minera asturiana en sustitución al contrato-programa de la sociedad que finaliza el próximo 31 de diciembre.

Fuentes oficiales de Industria aseguraron a este periódico que "se han malinterpretado las palabras del ministro en el almuerzo de la Asociación para el progreso de la Dirección (APD).

Problema regional

En ellas se habla del problema regional que se plantea con la pérdida paulatina de productividad en la empresa, en gran parte derivada de la menor calidad creciente de los yacimientos. Pero nunca se dijo que se pretenda cerrar Hunosa". Las palabras textuales que Luis Carlos Croissier pronunció en el amuerzo en la APD, el pasado pasado martes, fueron las siguientes:"En cuanto al caso de Hunosa, es un caso sui generis dentro de la minería del carbón en España. Creo que se puede hablar de la problemática de Hunosa, por una parte, y de la minería del carbón en general, por otra. El problema de Hunosa es fundamentalmente de carácter socio-regional; es decir, de toda una región en la que están empleadas 21.000 personas (en Hunosa) y con un impacto social muy grande. El esquema del planteamiento no es nuevo. Se ha venido repitiendo a lo largo de los dos últimos años, al menos".

"El esquema", prosiguió el ministro de Industria y Energía, "es que el contrato programa vigente se acaba el 31 de diciembre y la Administración ofrece renovarlo sobre la base de una reducción del problema de Hunosa".

"Es decir", finalizó Luis Carlos Croissier, "aprovechando la capacidad (vegetativa) que tiene de ir reduciendo su tamaño para ir evitando el trauma social que en todo caso, se plantearía el año 2000 como consecuencia de un definitivo agotamiento de gran parte de las reservas y del empobrecimiento cada vez mayor de la extracción del carbón. Por lo tanto, lo que es necesario ahí es negociar un plan a medio y largo plazo por el que se de salida al problema social".