Volver con palabras de amor y con nervios

"Tengo miedo del encuentro con el pasado que vuelve a enfrentarse con mi vida", cantaba Gardel. Ese mismo tema clásico del tango Volver ha sido elegido por Amaya (ex Mocedades) para su presentación como cantante solista y para dar título al elepé que acaba de aparecer. Había tanta expectación por este trabajo que su salida al mercado ha significado un acontecimiento desusado en el mundo discográfico español: en las primeras 24 horas se han vendido 50.000 copias.Arropada por más de medio centenar de músicos y por el entusiasmo de sus amigos, Amaya se presentó en el Centro Cultural de la Villa para cantar en directo los temas que componen el disco. Los nervios, la emoción, la responsabilidad, las vacilaciones y el sonido esquivo pudieron más que la espléndida voz de.Amaya. Durante todo el concierto estuvo insegura, nerviosa, perdida sin rumbo por el escenario y consultando constantemente sus chuletas de los textos. Estas cosas se transmiten al público, aunque sea un público entusiasta e incondicional.

Amaya daba la impresión de necesitar a su lado la presencia familiar del grupo Mocedades y estuvo acosada por la soledad y la melancolía. Necesita pulir mucho su puesta en escena, necesita seguridad en sí misma y necesita temas, porque el concierto pecó de monotonía, de igual forma que sucede con el disco. Significativamente, lo más aplaudido fue un popurrí de canciones de sus tiempos en Mocedades.

Amaya vuelve con palabras de amor, lo cual es de agradecer, pero no se puede olvidar que también el amor puede ser muy aburrido, e incluso patológico. Y Amaya vuelve con miedo al encuentro con el pasado. Quizá por eso ha escogido Volver como tema principal del disco. Pero la versión que hace de este tango es demasiado desvaída, demasiado impersonal, anodina. Lo mejor del concierto fue la última canción, Palabras de amor, una adaptación del viejo tema de Joan Manuel Serrat interpretado al alimón con el cantante. Fue el único bis de la velada.

Por lo demás, el acto de presentación de Amaya fue un acontecimiento social en el que se mezclaron cantantes tan dispares como Víctor Manuel y Manolo Escobar, pasando por Giorgie Dan, Luis Eduardo-Aute o Rosa León. En la actuación sus seguidores no cesaron de corear y animar a Amaya, que al final no pudo contener las lágrimas. Como colofón, Iñaki Gabilondo le entregó el disco de oro conseguido en un solo día.