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UN CENTRO POLÉMICO EN UNA VIEJA ESTACIÓN

Una obra de más de 27.000 millones

Lluís Bassets

LLUIS BASSETS, El Museo de Orsay es uno de los más costosos del mundo. Su construcción ha supuesto para el Estado francés un total de 1.360 millones de francos (unos 27.200 millones de pesetas), invertidos desde 1978 hasta 1986, a cargo de los distintos presupuestos de Cultura. Las pérdidas por proyectos inutilizados y obras sin utilidad directa se elevan a 37,5 millones de francos (750 millones de pesetas).

El presupuesto de funcionamiento, a cargo del Presupuesto General del Estado, se eleva a 140 millones de francos anuales (2.800 millones de pesetas). Casi 650 personas componen la plantilla fija del museo, que se lleva la parte más importante del presupuesto anual. Más del 85% de los presupuestos del Estado dedicado a museos se concentra en París y su región, principalmente después de la realización de los grandes museos centralizados: Centro Pompidou, La Villette y ahora el Museo de Orsay.

Inversión privada

A pesar del peso de la inversión estatal en la eultura francesa, los responsables del Museo de Orsay han planteado la necesidad del mecenazgo y de la inversión privada en arte. La presencia de algunas colecciones privadas, agrupadas bajo el nombre del do. nante, y el patronazgo empresarial de los actos de presentación pública quieren ser una muestra de este nuevo planteamiento. Algunas de las colecciones privadas son donaciones antiguas y famosas en el mundo del arte, pero otras son propias ya de la etapa de Orsay, coi-no la de fotografias que ha aportado la sociedad Kodak-Pathé o los archivos Eiffel sobre arquitectura. La empresa que patrocina la presentación es de capital público (Air France), por lo que de nuevo aparece el dinero del Estado ejerciendo mecenazgo cultural.

En cuanto a las obras expuestas, en cifras redondas, el museo cuenta con 2.300 telas, 1.500 esculturas, 1. 100 objetos de arte diversos (muebles, objetos decoratívos ... ), 13.000 fotografías y, por supuesto, el propio edificio de Orsay, sus esculturas, ornamentos, grandes relojes, vidrieras y la parte de interiorismo de la época que ha sido respetada, componiendo la pieza unitaria de mayor envergadura del museo, plenamente insertada en el período histórico elegido.

La superficie útil es de 47.000 metros cuadrados, aunque las salas de presentación permanente ocupan 16.000 metros cuadrados. La colección de pintura impresionista se hallaba hasta el pasado mes de septiembre instalada en una superficie de 2.000 metros cuadrados escasos, en el Jeu de Paume. El Centro Pompidou tiene una superficie de unos 17.000 metros cuadrados, y la parte del Louvre en servicio, unos 32.000.

La entrada al Museo de Orsay costará 20 francos (400 pesetas), pero existirá la posibilidad de abonos anuales de 250 francos (5.000 pesetas), que darán acceso libre al museo y a las actividades que se organizarán (conferencias, conciertos, cine ... ). Las previsiones iniciales calculan tres millones de visitantes por año, es decir, un promedio de 10.000 diarios.

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Sobre la firma

Lluís Bassets
Escribe en EL PAÍS columnas y análisis sobre política, especialmente internacional. Ha escrito, entre otros, ‘El año de la Revolución' (Taurus), sobre las revueltas árabes, ‘La gran vergüenza. Ascenso y caída del mito de Jordi Pujol’ (Península) y un dietario pandémico y confinado con el título de ‘Les ciutats interiors’ (Galaxia Gutemberg).

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